Irak: el testimonio de Mons. Petros Mouche, arzobispo de Mosul

¿Podrán regresar pronto los cristianos a su ciudad, tras la liberación de Mosul? Para Mons. Petros Mouche, arzobispo sirio-católico de la segunda ciudad iraquí, es todavía demasiado pronto, pero invita a aprender de todos estos acontecimientos y a reconstruir la paz.


 

ACN: Mons. Petros Mouche, ¿cómo vivió la liberación de Mosul?

Como un signo de esperanza para nosotros, los cristianos. El Estado Islámico ha sido expulsado; espero que la mentalidad de las personas cambie. ¡Pero el estado de destrucción de Mosul es inmenso! Para nosotros, los sirio-católicos de Irak, la liberación es por supuesto una gran alegría, pues la mayor parte de mi diócesis se encuentra alrededor de Mosul y en Qaraqosh. Pero actualmente Mosul está completamente destruida. La ciudad está oficialmente liberada por completo, si bien en algunos lugares todavía queda personas escondidas; pero estas serán descubiertas y expulsadas pronto.

Es decir, que todo está por reconstruir. ¿Cuándo podrán regresar los cristianos a Mosul?

Todavía es demasiado pronto. Quizá dentro de algunos años. Se pasarán por allí de vez en cuando para ver sus casas; pero de momento no es posible instalarse allí de modo definitivo. Por el contrario, a la llanura de Nínive han podido volver bastantes personas. Ya han regresado familias; algunas familias han encontrado trabajo, han abierto restaurantes, comercios, negocios artesanos… ¡Necesitan mucho ánimo para poder recomenzar su vida!

Al margen de las operaciones militares, ¿Cómo se puede luchar contra el Estado Islámico?

Ahí está la dificultad: conseguir realmente cambiar la mentalidad… Frente a estas ideologías extrañas hay que comprender que la guerra no es la solución. Es necesario saber convivir. Nosotros hemos convivido desde siempre y en el pasado no tuvimos dificultades… Estos acontecimientos permiten tener mucha esperanza de que la vida vuelva a comenzar de nuevo y que las personas aprendan a convivir. Todos están hartos de guerras… Desde 1958 ha habido siempre guerras en Irak. Tenemos que aprender a vivir en paz.

¿Qué le gustaría decir a los benefactores de ACN?

Les estoy, por supuesto, muy agradecido porque están siempre presentes entre nosotros y en nuestra diáspora… Su ayuda va a permitir ayudar a reconstruir nuestras casas… Será una gran gracia poder contar con su ayuda. Que sepan que los sirios católicos son los más afectados; en la región de la llanura de Nínive somos el 60% de los desplazados. Pero siempre habrá una ayuda.

ACN se alegra, con los cristianos de la llanura de Nínive, de la liberación de Mosul. Es un momento crucial en la historia de los cristianos en Irak; tenemos que dar toda la ayuda posible a aquellos que regresan a sus pueblos. Al mismo tiempo, hemos de rezar por la reconciliación para que unos nuevos cimientos garanticen el futuro de los cristianos en Irak» (Regina Lynch, directora de proyectos de ACN).

Los desafíos que enfrentan los cristianos en las llanuras de Nínive son enormes: Actualmente hay registradas 14.000 familias que han huido de Mosul y de las planicies de Nínive viviendo en Erbil (aproximadamente 90.000 personas), cerca de 13.000 casas están por reconstruir. Así mismo viven la inquietud por la seguridad en los pueblos cristianos debido a las maniobras políticas iraquíes y kurdas, afrontan problemas de infraestructura (agua, electricidad, carreteras, escuelas y clínicas) y lo más importante hay que superar el período de transición entre el final de los alquileres mensuales y los paquetes de alimentos en Erbil y el traslado de estas familias a los pueblos restaurados.

Según las últimas encuestas del Comité de Reconstrucción de Nínive, actualizadas el 20 de junio de 2017, 599 familias ya han regresado a la llanura de Nínive  y se están renovando 342 propiedades, de las cuales 157 están siendo restauradas mediante contribuciones financieras de ACN.

Desde que comenzó la crisis, ACN (Ayuda a la Iglesia Necesitada) ha proporcionado apoyo continuo a los refugiados cristianos en el norte de Irak. Hasta la fecha, se han donado un total de 31 millones de euros para ayuda de emergencia -incluidos alimentos, educación y vivienda -ayuda pastoral y reconstrucción.