“Dios no nos abandona en la oscuridad. Solo cuando nosotros Lo abandonamos, perecemos” . De estas sabias palabras de la Santa Doctora de la Iglesia Teresa de Ávila viven las Carmelitas en Venezuela.
Deilys María tiene 27 años y lleva cinco en el convento. En medio de la caótica situación del país, nos dice: “Me he dado cuenta de cómo Dios nos ama, y yo confío en Él. Su amor también se manifiesta en la vida cotidiana… cuando abrimos los ojos del corazón” . Ella y las otras quince religiosas en Caracas reciben de nosotros una ayuda al sustento, al igual que diez religiosas en Mérida y otras cinco en Maracaibo, por un total de 8.400 euros. Para ellas, Ayuda a la Iglesia Necesitadaes un signo de la Providencia Divina.
“Es Dios quien nos mantiene vivas y nos guía a través de la crisis. Nosotras solo tenemos que seguirle con el corazón agradecido” . Ellas rezan -también por nosotros- y bordan y cosen casullas y escapularios, hacen labores artesanales y gestionan una pequeña librería. Evidentemente, eso no basta ni para su humilde forma de vida, pues el coste de los medicamentos o del agua por sí solos sobrepasan los escasos ingresos. Para ellas y para nosotros es válido lo que dijo la Doctora de la Iglesia: “No se puede saber con certeza si amamos a Dios, aunque haya indicios importantes para ello. En cambio, el amor al prójimo sí podemos conocerlo, y, cuanto más progresemos en él, mayor será el amor a Dios” .