La Diócesis de Tunduru-Masasi está situada en el extremo sur de Tanzanía, en la frontera con Mozambique. El 85% de los habitantes de esta zona son musulmanes, y solo un once por ciento -poco más de 100.000 personas- son cristianos católicos. Las 19 parroquias se extienden por grandes territorios, y los fieles viven dispersos por numerosas aldeas.
Los 34 sacerdotes y el Obispo de la diócesis trabajan incansablemente para administrar los sacramentos y atender a los creyentes. Las largas distancias y los malos caminos dificultan su trabajo, pero no disminuyen su celo apostólico. Realizan su ministerio desinteresadamente, pues no perciben a cambio un salario. Por ello, dependen de lo que les den los fieles. Estos apoyan de buena gana y de corazón a sus sacerdotes, a pesar de ser pobres ellos mismos.
Este año es particularmente difícil, pues la pandemia del coronavirus ha provocado un aumento de la pobreza. Además, por miedo a contagiarse, solo un pequeño número de fieles acude a la iglesia, por lo que las colectas son mínimas. En tiempos “normales”, la gente puede al menos mantener a sus sacerdotes con los frutos de las cosechas, pero, como si la pandemia no fuera suficiente, la cosecha de este año ha sido escasa debido a las lluvias torrenciales.
Mons. Filbert Felician Mhasi, que está muy preocupado por sus sacerdotes, ha depositado sus esperanzas en ACN, ya que cada año, la fundación pontificia distribuye más de un millón de estipendios de Misa entre sacerdotes necesitados en todo el mundo. El año pasado, 40.096 sacerdotes celebraron 1.378.635 Santas Misas por las intenciones de nuestros benefactores, el 38 por ciento, en África. El estipendio que un sacerdote recibe por la Santa Misa es un signo de gratitud del creyente por cuyas intenciones se celebra. No es un “pago”, porque los sacramentos no se pueden vender, sino un gesto de amor con una larga tradición en la Iglesia. A pesar de este carácter simbólico, en muchas partes del mundo, los estipendios de Misa suponen una importante contribución al mantenimiento de los sacerdotes, pero no solo para ellos personalmente, sino también para cubrir las necesidades de las parroquias.
Nosotros queremos ayudar al Obispo Mhasi, por lo que le hemos prometido a él y a sus 34 sacerdotes estipendios de Misa por un total de 18.200 euros, a saber, 520 euros por sacerdote para todo un año. Los sacerdotes celebrarán la Santa Misa por las intenciones de los benefactores.