El miércoles 25 de noviembre (#RedWednesday) puso fin a la #RedWeek, semana internacional para crear conciencia sobre la persecución de los cristianos en todo el mundo y los problemas de la libertad religiosa promovida por la fundación internacional Aid to the Church in Need (ACN).
En Australia, Canadá, Colombia, Brasil, la Republica Checa, Polonia, Holanda, Austria, Eslovaquia, Filipinas, Irlanda o el Reino Unido, por nombrar algunos países, cientos de edificios se iluminaron de rojo con este motivo durante la semana. Incluidas las catedrales de Montreal y Toronto en Canadá, la de Manila en Filipinas, la de Armagh en Irlanda, el puente Elisabeth de Budapest en Hungria, el puente de la Insurrección Nacional Eslovaca y el castillo de Bratislava en Eslovaquia o la estatua del Cristo Redentor de Río de Janeiro en Brasil.
Sólo en los Países Bajos, se unieron a la acción un total de 119 edificios, más del doble que el año anterior. Peter Broeders, director de ACN en los Países Bajos, explicaba que los números “reflejan una creciente preocupación por lo que vemos en todo el mundo”, donde “gobiernos autoritarios, grupos terroristas y radicales atacan a las minorías religiosas” y crece “el número de personas que son discriminadas, perseguidas y encarceladas por su fe”.
Por este motivo, este año ACN ha publicado en varios países del mundo el informe “Libera a los cautivos” para llamar la atención sobre cristianos injustamente encarcelados, elaborado por la oficina británica de la fundación. Durante el evento de lanzamiento del informe en Inglaterra, Maira Shahbaz, niña cristiana de 14 años cuyo caso está incluido en el reporte, dio testimonio por video desde Pakistán. Maira describió cómo había sido secuestrada, convertida a la fuerza y obligada a casarse contra su voluntad, además de haber sido «chantajeada, torturada y maltratada». Habiendo escapado de su captor, ahora vive escondida. “Mi vida y las de mi familia están en peligro en Pakistán. Constantemente recibimos amenazas de muerte. Estamos extremadamente asustados y preocupados por nuestra seguridad”.
En el evento celebrado en Canadá, James Channan, sacerdote de Pakistán y director del Centro de Paz en Lahore habló también de la discriminación experimentada por los cristianos en su país: “Pertenecemos a las clases más pobres”, recordó. “Muy a menudo nos enfrentamos a la discriminación por parte de las autoridades y en nuestros lugares de trabajo”. El padre Channan habló también de la ley de la blasfemia, una verdadera espada de Damocles sobre las cabezas de los cristianos. “Este temor de ser acusados de blasfemia sigue presente entre los cristianos”.
En varios países, la #RedWeek también llamó la atención sobre la preocupante situación de los cristianos en Nigeria. El arzobispo Ignatius Kaigama de Abuja , pidió oraciones por el sacerdote Dajo Matthew, secuestrado apenas dos días antes, y recordó muchas otras víctimas de secuestros de miembros de la comunidad cristiana. Destacó el caso de Leah Sharibu, secuestrada por el grupo terrorista Boko Haram y uno de los casos que también se incluye en el informe presentado. Leah representa un ejemplo de valentía ante la adversidad. Pidió así mismo no olvidar las 112 niñas secuestras en Chibok que todavía estan desparecidas. Kaigama habló de los conflictos entre pastores fulani y agricultores cristianos, que continúan creciendo: “Los pastores armados causan estragos continuamente, matando personas y quemando casas y granjas, especialmente en el sur de Kaduna, que tiene una población predominantemente cristiana. Los bandidos han estado aterrorizando tanto a cristianos como a no cristianos y los secuestradores siguen siendo una gran amenaza».
Thomas Heine-Geldern, presidente internacional ejecutivo de ACN, participó junto con el presidente del parlamento austriaco Wolfgang Sobotka en la #RedWeek en Viena, donde se iluminaron la Iglesia de San Carlos en el corazón de la ciudad y el parlamento en el Palacio imperial. El ministro del interior austriaco Karl Nehammer expresó su apoyo al evento. «Al participar en esta acción, estamos enviando una clara señal de solidaridad con los cristianos que son perseguidos en todo el mundo. Para nosotros, el libre ejercicio de la religión es uno de los pilares de una democracia liberal. Cualquier tipo de discriminación basada en la afiliación religiosa debe ser rechazada decididamente”, dijo Nehammer.