Obispo nigeriano en la presentación del informe sobre libertad religiosa: África se ha convertido en un nuevo epicentro del extremismo.
En un enérgico llamamiento, el obispo católico de Maiduguri, al noreste de Nigeria, ha instado a los católicos de todo el mundo a que recen el rosario contra el creciente extremismo islamista en África. En su intervención, con ocasión de la presentación del Informe sobre Libertad Religiosa 2021 en el Reino Unido, Mons. Oliver Dashe Doeme dijo en un mensaje de vídeo elaborado para la fundación pontificia ACN internacional: «Pido a quienes deseen ayudar, junto a organizaciones de ayuda como ACN, que recen por el fin de la violencia, especialmente el rosario».
Según comentó, durante años se han ofrecido oraciones a la Virgen en su diócesis. «Con la oración ferviente y la profunda devoción a Nuestra Señora, el enemigo será ciertamente derrotado», continuó el obispo, cuya diócesis de Maiduguri es una de las particularmente afectadas por el terror de Boko Haram en Nigeria.
Nigeria está siendo aterrorizada desde hace años por el grupo islamista Boko Haram. Según afirma Mons. Doeme, hasta 12.000 cristianos han muerto en el país, desde junio de 2015, como consecuencia del terror. A los ataques de Boko Haram —continuó diciendo— se suma la violencia por parte de pastores islámicos radicalizados de la etnia fulani contra los cristianos, así como por parte de grupos escindidos del EI, como ISWAP (Provincia de África Occidental del Estado Islámico). «El componente religioso en este conflicto es claro», dijo el obispo teniendo en cuenta el origen islamista de los distintos grupos.
Pero también los musulmanes han sido víctimas de la violencia, por ejemplo, el Consejo de los Musulmanes en el estado de Adamawa ha afirmado que Boko Haram mató entre 2013 y 2017 a 5.247 musulmanes».
Además —según dijo— la amenaza que supone el extremismo islamista hace tiempo que se extendió más allá de Nigeria. «La región del Sahel se ha convertido en una zona de operaciones segura para grupos como Boko Haram, que han prometido lealtad al Estado Islámico».
Chad, Malí y Níger luchan asimismo contra la propagación del extremismo, también se ven afectados otros países africanos. Mons. Dashe Doeme añade: «Tras la derrota de Daesh/ISIS en Irak y Siria, África se ha convertido en un nuevo epicentro del extremismo. Para contrarrestar las amenazas, será necesaria la colaboración internacional y que los Estados de África trabajen juntos para derrotar a un enemigo común».
Según el Informe sobre la Libertad Religiosa 2021, que ha publicado recientemente ACN, Nigeria siguió siendo, en el periodo de referencia, uno de los países en los que los cristianos y los musulmanes se vieron más afectados por el terror islamista. El informe calcula que 36.000 muertos y dos millones de desplazados son el resultado de dos décadas de violencia por parte de Boko Haram, según las cifras de la ONU. El Comité Internacional de la Cruz Roja informó de que la mitad de las 40.000 personas que se consideran desaparecidas en África proceden del noreste de Nigeria, donde Boko Haram está causando estragos. Según el informe, Boko Haram pretende derrocar al gobierno y establecer un estado islámico. Los musulmanes también sufren la cruel violencia de los extremistas porque los atentados afectan a zonas del país de mayoría musulmana y porque no comparten el fundamentalismo ideológico de Boko Haram.
Desde hace algunos años, y como consecuencia del cambio climático y la escasez de pastos, han aumentado también los ataques de los pastores musulmanes de la tribu fulani, especialmente a los agricultores cristianos. Se aprecian tendencias islámicas crecientemente radicales, como subraya el informe sobre la libertad de religión.
Según el informe, amplias zonas de África están cada vez más en el punto de mira de redes yihadistas transnacionales como el EI y Al Qaeda. Están uniendo fuerzas con milicias armadas autóctonas —con apoyo ideológico y material de Oriente Medio— e impulsando su radicalización para establecer «provincias del califato» a lo largo del ecuador. Una media luna de violencia yihadista se extiende ahora por el África subsahariana desde Malí hasta Mozambique.
Religious Freedom in the World Report 2021
by Mario Oliver