Home » PROYECTO » FORMACIÓN SACERDOTAL Y RELIGIOSA » Myanmar. San Pablo, un ejemplo para nuestros tiempos

Myanmar. San Pablo, un ejemplo para nuestros tiempos

“Cada nueva generación necesita nuevos apóstoles”: Estas palabras de Juan Pablo II con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud de 1989 en Santiago de Compostela fueron como la chispa inicial para los Misioneros de San Pablo en Myanmar, que desde hace 28 años llevan el mensaje de Cristo a la gente.

Su carisma es ad gentes -hacia los pueblos-, y su lema -“Tengo sed”- proviene del Evangelio según an Juan (19, 28). El lema y el carisma enmarcan el logo de la congregación y muestran que quieren seguir a Cristo y continuar y completar su labor de salvación. Y al igual que el Apóstol de los Gentiles, su santo patrón, se preparó en profundidad durante tres años para la misión, también los Hermanos de San Pablo conceden mucha importancia a la esmerada formación de sus novicios, postulantes y aspirantes que, en su mayoría, anunciarán como religiosos la Buena Nueva con su testimonio de la vida. Pero también ellos necesitan, precisamente en su entorno hostil a lo cristiano, una sólida base de conocimientos teológicos, bíblicos y litúrgicos. La enseñanza incluye ocho horas de Música sacra y -hoy día imprescindible- informática. Una vez por semana visitan a enfermos y con regularidad acuden a pueblos lejanos, por así decir, ad gentes. Entretanto, ya trabajan en varias diócesis del país. El relevo generacional no escasea –actualmente se forman cinco postulantes y 42 aspirantes-, pero para una congregación tan joven, que comenzó sin nada, las clases, la manutención y los gastos de viaje no son fáciles de costear. En pocas palabras: no lo consiguen. Sin embargo, tampoco quieren rechazar vocaciones puestas a prueba y tampoco quieren disminuir la calidad de la formación, pues hay que anunciar todo el Evangelio, ya sea oportuno o inoportuno. Estos religiosos nos han pedido una ayuda a la formación (7.000 euros), y nosotros se la hemos prometido, “porque el que trabaja merece su salario” (Lc 10, 7). ¿Y acaso no es el “salario de Dios” también nuestro cometido?

Don't miss the latest updates!

En Gaza, una Navidad sin paz, pero no sin esperanza

A pocos días de Navidad, el padre Gabriel Romanelli, párroco…

El Papa viaja al Líbano para “sanar heridas” y “trabajar por la paz”

La Iglesia del Líbano espera que la presencia del papa…

Nuevo secuestro masivo de niñas en el norte de Nigeria

El ataque representa «un duro golpe para la educación de…

Cuatro cristianos asesinados y aldeas arrasadas en un nuevo ataque en Mozambique

Según estimaciones de la ONU, unas 128.000 personas han tenido…

En Gaza, una Navidad sin paz, pero no sin esperanza

A pocos días de Navidad, el padre Gabriel Romanelli, párroco de la única parroquia católica de Gaza, comparte con la fundación internacional Aid to the Church in Need (ACN) su...

Ucrania: Con la muerte siempre cerca, los católicos esperan la presencia de Dios esta Navidad

Los católicos de una ciudad ucraniana viven bajo la amenaza constante de misiles e incluso tienen que pagar para rezar en una iglesia que les fue confiscada por los soviéticos...

Burkina Faso: En el norte, una fe que resiste a la par de un silencio internacional clamoroso

La Iglesia del norte de Burkina Faso lamenta que la crisis terrorista que está sufriendo reciba tan poca atención mediática, pese a que las necesidades de los desplazados sean enormes...