La fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ha presentado en Roma un libro para conmemorar los 10 años del asesinato del padre Raghhed Ganni
Roma/Königstein, 06.06.2017 .- Diez años después de la muerte de Ragheed Ganni, sacerdote iraquí asesinado en Mosul el 3 de junio de 2007, la fundación internacional ACN ha presentado un libro escrito por su amigo, y también sacerdote, Rebwar Audish Basa. El acto de homenaje tuvo lugar en la oficina de ACN Italia (Piazza San Calisto 16, Roma) el pasado jueves, 1 de junio, a las 11 a.m. en la oficina de ACN de Italia.
El libro “Un sacerdote católico en el Estado islámico. La historia del Padre Ragheed Ganni” narra la vida del sacerdote e incluye sus escritos y testimonios inéditos. «El maravilloso testimonio de fe del Padre Ragheed debe permanecer presente en la memoria de la Iglesia», escribe en el prólogo el Cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, que conoció al sacerdote durante su período como Nuncio Apostólico en Irak.
Nacido en Karemles, en la llanura de Nínive en el año 1972, en 1996 el Padre Ragheed se trasladó a Roma para estudiar teología ecuménica en la Universidad Santo Tomás de Aquino (Angelicum) gracias a una beca de ACN. Al finalizar sus estudios, en 2003, en Irak ya había estallado la guerra, pero el Padre Ganni decidió volver a su país. Experiencia aterradora, decía, la de servir a Dios «en un Irak donde la violencia diaria y el terrorismo privan a decenas de seres humanos de sus vidas.»
Como secretario del entonces arzobispo de Mosul de los Católicos Caldeos, monseñor Paulos Faraj Rahho, y párroco de la Iglesia del Espíritu Santo, el Padre Ganni se enfrentó repetidamente a la crueldad de los ataques islamistas y fue testigo de la violencia sistemática para liquidar a los cristianos en Irak. En 2004, el sacerdote sobrevivió milagrosamente un atentado dirigido al arzobispo de Mosul. A continuación a numerosos ataques a su iglesia y muchas amenazas. Hasta el 3 de junio de 2007. «Te dije que cerraras la iglesia, ¿por qué no está cerrada?», le dijo su asesino. «No puedo cerrar la casa de Dios», dijo el sacerdote antes de ser asesinado por una ráfaga de balas.
Desde entonces, Irak ha seguido siendo tierra de la persecución y la barbarie islamista alcanzó su punto más alto con la invasión del ISIS de la llanura de Nínive en 2014. La persecución ni siquiera perdonó la tumba del sacerdote mártir, enterrado en su pueblo natal, Karemles que fue destruida y profanada por los fundamentalistas islámicos.
Una delegación de ACN, al visitar los pueblos cristianos de la llanura de Nínive después de la liberación de ISIS, encontró la lápida mortuoria, sobre la que estaba resumida la vida del Padre Ragheed, en pedazos. «Al parecer – escribe el Padre Rebwar Basa en el libro – lo que estaba escrito no le gustaba a los terroristas de ISIS. En este libro nosotros contamos aquello que han tratado de borrar para siempre».