La Hna. Beta Almendra, una misionera comboniana portuguesa que trabaja en Wau, en Sudán del Sur, apenas puede ocultar su emoción por la visita del papa Francisco, que comienza este viernes 3 de febrero.
En un mensaje enviado a la oficina portuguesa de Aid to the Church in Need (ACN), la religiosa explica que ya está en camino, recorriendo los 800 kilómetros que separan Wau de la capital de Yuba. Por suerte, indica, es la estación seca, lo que facilita las cosas a la hora de conducir por las carreteras de tierra.
“Estamos de camino a Yuba, y estamos muy contentos, preparándonos para recibir al Papa. Viajamos en una caravana y tardaremos dos días en llegar a Yuba. Estamos bien preparados”, afirma.
La visita del Papa es un hito en la historia del país más joven de la Tierra, que alcanzó la independencia en 2011. Nadie quiere quedarse al margen, explica la Hna. Beta. “Todo el mundo está muy atento a las noticias, las expectativas son altas, hay mucha alegría y esperanza… ¡mucha esperanza!”
“Los que viajan a Yuba están deseosos de participar, quieren ver al Papa y rezar con los demás cristianos, y los que se quedan atrás seguirán el acontecimiento por la radio o la televisión, si pueden. No quieren perderse nada de lo que ocurra durante estos días tan importantes para Sudán del Sur”.
La paz aún no es una realidad
El Papa Francisco viaja a Sudán del Sur con un mensaje de unidad y de paz, vital para un país dividido por lealtades tribales y que ha estado en guerra durante la mayor parte de los últimos cincuenta años, incluida la década posterior a la independencia.
“Las luchas continúan en algunas partes del país, la paz aún no es una realidad. Es algo que estamos intentando conseguir, y por eso el Papa viene en esta peregrinación, junto con otros líderes cristianos. Vienen a pedir, vienen a promover el diálogo para que la paz sea una realidad concreta, que hay que conquistar poco a poco”, subraya la religiosa portuguesa.
En este sentido, la hermana Beta añade que, si tuviera la suerte de intercambiar algunas palabras con el Papa, sabe bien lo que le diría. “Lo primero que haría sería darle las gracias. Gracias por venir a Sudán del Sur a visitar a este pueblo, a rezar con nosotros y a infundirnos una esperanza real en nombre de toda la Iglesia y del mundo. Es bueno saber que estamos unidos, que permanecemos juntos, y que esta es una Iglesia sinodal que camina unida y cuyos miembros se ayudan mutuamente para alcanzar sus objetivos”.
El Papa Francisco estará en Sudán del Sur del 3 al 5 de febrero.