Católicos secuestrados son liberados: El obispo de Mamfe ha expresado su gratitud por la liberación de los sacerdotes, laicos y religiosas, pero ha reiterado su condena del ataque a la iglesia en el que fueron recuestrados por los rebeldes.
«Estoy sinceramente agradecido a todos aquellos que se han unido a nosotros en oración por la seguridad y la liberación de nuestros hermanos y hermanas», escribe el obispo de Mamfe, Aloysius Fondong Abangalo.
Los cinco sacerdotes, tres laicos y una religiosa que fueron secuestrados en el suroeste de Camerún, el 16 de octubre, han sido liberados y gozan de buena salud. En un mensaje enviado a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, el domingo 23 de octubre, el obispo de la diócesis en el suroeste de Camerún, expresaba su gratitud por el bienestar de los nueve rehenes.
Desde su secuestro, el 16 de septiembre de 2022, la fundación había pedido repetidamente oraciones por su liberación y su salud.
«Como san Pablo, os digo a cada uno de vosotros: ‘Confío en que el que comenzó la buena obra con vosotros la completará hasta el día de Cristo Jesús’» (Filipenses 1, 6). El obispo, en su mensaje, anima a todos a rezar un misterio del rosario, «para agradecer a Dios por la liberación de nuestros hermanos y hermanas secuestrados».
De acuerdo con el testimonio de uno de los católicos secuestrados, los rebeldes les liberaron sin recibir ningún rescate.
Según informaciones de la fundación ACN, hoy, martes 25, Mons. Fondong celebrará una misa de acción de gracias por la liberación de los sacerdotes y fieles en la Catedral de Mamfe.
En un video difundido, durante los últimos días, en muchos medios de comunicación se veía a los secuestrados en muy malas condiciones, en medio del bosque, mientras que uno de los sacerdotes pedía ayuda. Según ha sabido ACN, por fuentes fiables, esas imágenes databan de dos semanas antes. Cuando fue difundido ese video los procesos de negociación para la liberación ya estaban en marcha.
En su carta, el obispo de Mamfe condena enérgicamente una vez más la profanación de la iglesia de Santa María, que fue incendiada en el ataque, y reafirma la inhumanidad de la privación de libertad de los hermanos y hermanas.
Camerún está plagado de conflictos políticos y sociales entre las regiones anglófona y francófona. La población de las regiones anglófonas, que se encuentran principalmente en el suroeste y noroeste del país, se siente marginada por las autoridades francófonas.
Desde 2016, los disturbios se han intensificado significativamente y ha habido varios enfrentamientos violentos entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes, que luchan por la independencia de la autoproclamada República de Ambazonia (o la República Federal del Sur de Camerún). El ejército, en su lucha contra los rebeldes, ha destruido gran parte de la región, incluyendo posesiones eclesiásticas. Esta ha sido la primera vez que los rebeldes han atacado a la Iglesia y raptado sacerdotes en su lucha por la independencia.
