¿Cómo es la vida en la periferia de la sociedad? Hay que ir allí para verlo. Las religiosas ya están allí. Y no juzgan, sino comprenden. No dicen lo que podría y debería hacerse, sino que ponen manos a la obra y viven la misericordia hasta el fin. Desde hace más de veinte años, las misioneras Dariusza y Regina de las Hermanas de la Divina Providencia trabajan en un pueblo
de Camerún. El pueblo se llama Essiengbot, está situado en el trópico e irradia insignificancia.
La gente vive de lo que cultiva en el campo. La Hna. Regina nos dice: “Somos felices aquí entre los pobres y los desposeídos”, y esto está en consonancia con el lema de la fundadora de su congregación: “Nada más que el amor de Cristo”. Desde este espíritu las religiosas han erigido una escuela primaria (305 alumnos) y una guardería (101 niños), ayudan en la pastoral juvenil y en la parroquia, y dirigen un taller de costura para mujeres. Y cuando alguien necesita atención médica o tiene algún otro problema, ¿adónde acuden los habitantes de Essiengbot?
A las Hermanas, porque allí experimentan la ayuda y el amor de Cristo. Ahí está el tesoro, el verdadero significado de Essiengbot. ACN ayuda a las hermanas con ayuda de subsistencia. Quieres ser parte de la ayuda?