La mayoría de los 32 millones de habitantes del tercer país más grande de Sudamérica pertenecen a tribus indígenas. Con un 76% de la población, los católicos son con diferencia la mayor comunidad religiosa de Perú. La población sufre los efectos de una crisis económica constante y de las tensiones sociales. La situación ha empeorado aún más a causa de la pandemia. La pobreza extrema, el éxodo rural y los problemas de la droga son omnipresentes. En 2020, ACN apoyó a la Iglesia local principalmente con ayudas para la formación, subsidios económicos y estipendios de Misas.
Perú es un país caracterizado por las crisis económicas y la inestabilidad política. Si bien es cierto que en las ciudades se ha alcanzado una relativa prosperidad, en las zonas rurales y en las montañas generalmente predomina la pobreza extrema. En noviembre, el congreso destituyó de su cargo al presidente Vizcarra por acusaciones de corrupción, lo que provocó protestas tumultuosas. No se sabe si las circunstancias cambiarán tras las nuevas elecciones.
Pero Perú también tuvo que luchar duramente contra la pandemia de corona-virus el pasado año. Aunque el gobierno reaccionó en marzo imponiendo restricciones, a finales de año las autoridades contabilizaron más de un millón de infectados y 37.000 fallecidos. La crisis del coronavirus ha agravado la pobreza.
En medio de la pobreza y de las restricciones, llevamos a cabo la tarea que nos ha sido encomendada.
Obispo Jesús María Aristín Seco de Yurimaguas
El éxodo rural de los en su mayoría jóvenes peruanos ha aumentado aún más. Muchos ya se trasladaron a las ciudades y a barrios periféricos urbanos en años anteriores. Allí se multiplican problemas tales como la drogodependencia y la rotura de los lazos familiares.
Para muchos, la Iglesia es a menudo el último refugio de esperanza. Durante la crisis del coronavirus, esta intenta ofrecer mayor asistencia espiritual y fomentar la solidaridad entre las personas. Pero las religiosas y los sacerdotes a veces trabajan en condiciones extremadamente difíciles. En las montañas hay muchos lugares que son difícilmente accesibles.
ACN ayuda a las religiosas con subsidios de manutención, facilita estipendios de Misas a los sacerdotes y fomenta la formación de los futuros sacerdotes. También ofrecemos ayuda económica para la formación de catequistas, los cuales cumplen una labor importante en la instrucción en la fe y en la atención pastoral sobre todo en aldeas remotas que solo pueden ser visitadas excepcionalmente por un sacerdote.