De los cerca de 44 millones de habitantes de Ucrania, menos de un 10% son católicos. La Iglesia católica está allí dividida en dos instituciones con ritos litúrgicos distintos: el católico romano y el católico griego. Setenta años de comunismo han dejado su impronta en la sociedad. La corrupción, la crisis económica, la falta de perspectivas y la guerra en el este del país han provocado que sobre todo las personas jóvenes y con estudios se vean obligadas a abandonar su patria. La pandemia ha intensificado aún más la pobreza. ACN apoya a la Iglesia local con ayudas de emergencia contra el coronavirus, financia la formación de sacerdotes y religiosos y fomenta los medios de comunicación católicos.
La Iglesia local también ha sufrido las consecuencias de la crisis del coronavirus. Así, ACN recibió en 2020 solicitudes de ayuda procedentes de diócesis que hasta ahora no la habían necesitado.
Una de ellas fue la diócesis de Kamianets-Podilskyi. Allí, las religiosas reciben de las comunidades parroquiales una remuneración por sus servicios como catequistas o sacristanas. Pero como las Misas del domingo y, con ello, las colectas no pudieron realizarse durante meses y los fieles se empobrecieron aún más debido al confinamiento, el obispo no fue capaz de ofrecer a las religiosas lo necesario para su subsistencia. No obstante, ACN actuó rápidamente y les facilitó subsidios económicos para hacer frente a la pandemia.
La pandemia ha obli-gado a pedir ayuda a diócesis que hasta ahora no la habían necesitado
También se concedió ayuda económica a otras congregaciones religiosas, las cuales son indispensables para la Iglesia por su labor de apostolado. Además, los religiosos también llevan a cabo diariamente importantes servicios para la sociedad, atendiendo a ancianos, enfermos, personas con discapacidad, niños desatendidos y a todos aquellos que necesitan consejo. Su trabajo hace que muchas personas recobren la esperanza.
A pesar de la pandemia, el número de ordenaciones de sacerdotes y religiosos en Ucrania sigue siendo elevado. ACN también siguió financiando en 2020 la formación en numerosos seminarios y conventos. Además, pudo fomentarse de nuevo el trabajo de los medios de comunicación católicos. Sobre todo en tiempos del coronavirus, los medios de comunicación católicos tienen un papel muy importante en la vida de los fieles. Pero también llegan a quienes buscan orientación y aún no han tenido demasiado contacto con la fe y con la Iglesia.