Como casi en todos los países del mundo, en Rusia el 2020 estuvo marcado por la pandemia de coronavirus. Entre los representantes de la Iglesia también hubo numerosos infectados. La Iglesia ortodoxa, sobre todo, tuvo que lamentar un gran número de muertes entre sus miembros, entre ellas las de varios obispos. Una pérdida que también dejó consternada a nuestra fundación, ya que desde hace casi 30 años trabajamos para fomentar el diálogo entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa rusa. Pese a todas las dificultades, el intercambio interconfesional también pudo continuarse durante la pandemia.
De los aproximadamente 145 millones de habitantes de Rusia, la mayoría profesan la fe ortodoxa rusa. La Iglesia católica solo constituye una pequeña minoría, y sigue dependiendo de ayuda del extranjero para atender a sus fieles. ACN colabora con ella fielmente desde hace décadas, también en lo relativo al importante diálogo con la Iglesia ortodoxa rusa. En 2016, el histórico encuentro entre el papa Francisco y el patriarca Cirilo de Moscú dio un nuevo impulso al intercambio entre las Iglesias católica y ortodoxa rusa.
Pese a la pandemia, pudimos fortalecer aún más el diálogo con la Iglesia ortodoxa rusa
Desde entonces, un grupo de trabajo ecuménico formado por iniciativa de ACN convierte en proyectos concretos las inquietudes más importantes expresadas en la declaración conjunta de ambos líderes eclesiásticos. Algunos ejemplos son la ayuda a cristianos en Oriente Próximo, la mejora de la asistencia pastoral y la atención a enfermos mentales, madres en situaciones de crisis y enfermos de adicción. Y los proyectos en común continúan. En febrero de 2020, antes de las restricciones motivadas por la pandemia, pudo celebrarse el cuarto aniversario del encuentro histórico entre ambos líderes religiosos con un simposio de alto nivel en Roma, en el que ACN también estuvo representada.
Como no podía ser de otro modo, en 2020 también ayudamos a la Iglesia local a hacer frente a la pandemia. Porque la crisis del coronavirus ha hecho que la Iglesia dependa aún más de ayuda económica. Como el cierre general impidió hacer colectas, ACN ayudó sobre todo a las religiosas, quienes se enfrentan a una verdadera tarea titánica durante la pandemia. “Para las hermanas sería una catástrofe que esta ayuda no existiera”, subraya el obispo Joseph Werth, director de la diócesis de la Transfiguración del Señor con sede en Novosibirsk.
Además, ACN sigue ofreciendo ayudas para la compra de vehículos y la realización de obras de construcción y renovación, financia la formación de sacerdotes, religiosos y laicos y concede estipendios de Misas a los sacerdotes.
ACN financia un hospicio infantil en San Petersburgo
En el año 2003, el sacerdote ortodoxo Alexander Tkachenko fundó en San Petersburgo el primer hospicio infantil de Rusia. En él, los niños con enfermedades incurables reciben atención médica competente y pueden llevar una vida feliz y adecuada a su edad durante el tiempo que les queda. Sus familias también son asesoradas y reciben asistencia espiritual. ACN apoya este pro–yecto desde sus comienzos, y en 2020 contribuyó a la renovación del edificio. Para todos los participantes, este es un magnífico ejemplo de colaboración ecuménica eficaz.