ACN destinará una ayuda de emergencia a las viudas y huérfanos víctimas de la violencia de Boko Haram en la Diócesis católica de Maiduguri en Nigeria.

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Durante la reciente visita de ACN en marzo de 2017 a la Diócesis de Maiduguri, Mons. Oliver Doeme resaltó los principales retos que afronta su diócesis, entre ellos, la crisis humanitaria, la falta de víveres, la carencia de educación (escuelas destruidas) y también lo que él llama una crisis espiritual, pues la mayoría de los habitantes de su diócesis están fuertemente traumatizados. Además, el Obispo explicó que la mayoría de las personas asesinadas por Boko Haram son hombres, por lo que hay más de 5.000 viudas y 15.000 huérfanos a los que la diócesis debe prestar ayuda. La fundación pontificia ACN (Ayuda a la Iglesia Necesitada) ha aprobado una ayuda de emergencia de 70.000 euros para apoyar a estas víctimas de Boko Haram.

“Los milicianos de Boko Haram llegaron a mi casa por la mañana temprano”, explica Esther en su lengua local, el hausa. “Empezaron a saquearlo todo y luego le ordenaron a mi marido que se convirtiera al Islam, y cuando este se negó, lo degollaron delante de mis ojos”. De la misma manera, al marido de Rose “le dispararon en la frente” por no querer convertirse al Islam. El dolor invade a Agnes, de 40 años de edad y madre de nueve hijos, cuando recuerda que no pudo enterrar a su amado marido. “Mi marido era obrero de la construcción y estaba trabajando fuera de una casa cuando los milicianos de Boko Haram rodearon a toda la gente ahí presente y la mataron a tiros. Los terroristas no permitieron que nadie acudiera para recuperar a los cadáveres, por lo que no fue posible enterrarlos y no se celebró ningún funeral. Dejaron que los cuerpos se pudrieran ahí mismo”. Cuando termina de hablar, Agnes se seca las lágrimas con el faldón colorido de su vestido tradicional. Estas historias son solo algunos ejemplos de las miles de experiencias traumáticas que han atravesado las mujeres nigerianas de Maiduguri en los últimos tiempos. Catarina, Elena, Justina, Julieta, Hanna, … y así hasta 5.000. Detrás de cada número hay un rostro, y aunque sus rostros tengan paz, sus corazones están llenos de dolor. Con el fin de asistir a estas viudas profundamente traumatizadas, parte de la ayuda de ACN será destinada a sesiones de curación de trauma.

Además, las viudas también reciben formación para que puedan hacerse cargo de sus necesidades básicas, ahora que están solas. Antes de los ataques podían contar con los ingresos de sus maridos, pero desde su pérdida, la vida no ha vuelto a ser igual. La mayoría de estas viudas tienen más de seis hijos que alimentar y educar, y la mayoría no quieren volver a casarse porque todavía se sienten estrechamente ligadas a sus maridos asesinados en terribles circunstancias. Muchas siguen llorándolos como desaparecidos porque sus cuerpos nunca fueron recuperados. Así permanece una herida abierta que difícilmente puede cicatrizar. El Obispo Oliver ha creado la Asociación de Viudas de Santa Judit con el objetivo de adaptar mejor la ayuda a las circunstancias particulares de cada viuda necesitada.

Otra parte del proyecto se ocupa de las tasas escolares y la comida tanto de los huérfanos de padre y madre como de los huérfanos de padre. Mons. Oliver ha resaltado que “serán principalmente los niños que viven en la parte oriental de la diócesis los que se beneficien de esta ayuda, pues son los más afectados y los más pobres”.

La Diócesis católica de Maiduguri está ubicada en el noreste de Nigeria, que no solo es el lugar de origen de Boko Haram, sino también el más afectado por sus atrocidades. Los tres estados nororientales de Borno, Yobe y Adamawa están en el centro mismo de la actuación de Boko Haram. La Diócesis católica de Maiduguri abarca el 83% del territorio de esos tres estados nigerianos. Desde 2009, más de 200 iglesias y filiales, numerosas casas parroquiales, 25 escuelas, 3 hospitales, 3 conventos e innumerables tiendas, casas particulares de laicos y oficinas han sido destruidos en este territorio.

Según los datos recogidos por la fundación pontificia ACN durante su reciente viaje a la zona afectada, Boko Haram ha asesinado a más de 20.000 personas; 26 millones de personas han sufrido de forma directa por el conflicto; y 2,3 millones de niños y jóvenes se han visto privados de acceso a la educación.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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