Aunque el flujo de refugiados hacia Europa Occidental ha disminuido, no puede decirse que la situación haya mejorado. Por eso, en los últimos años ACN ha intensificado su compromiso con los refugiados cristianos, muchos de los cuales están traumatizados por la persecución, la guerra y la discriminación. Estos no solo precisan viviendas y alimentos, también necesitan que sus almas sean alimentadas y acogidas. Los afectados requieren acompañamiento espiritual y desean participar activamente en la vida de la Iglesia, ya que la fe es parte esencial de su identidad.
Nuestro compromiso con los refugiados cristianos en Europa no decaerá
Los refugiados acogidos en Europa Occidental se enfrentan en primer lugar a una barrera lingüística, que a menudo hace que se encuentren aislados en la sociedad y que se sientan extraños en las comunidades parroquiales. Para romper este tipo de barreras, ACN ha intensificado sus medidas de ayuda en la asistencia pastoral a los refugiados. Nuestra fundación también ofrece a los refugiados biblias y literatura religiosa en sus respectivas lenguas maternas.
Además de nuestro compromiso con la asistencia a refugiados, apoyamos a la Iglesia occidental principalmente con iniciativas para la nueva evangelización. Grandes cambios estructurales como la disminución del número de creyentes, el envejecimiento de la sociedad, la reducción de ordenaciones sacerdotales y la merma de conocimientos religiosos hace que la Iglesia tenga menos presencia. ACN ayuda a los medios de comunicación católicos y apoya la celebración de congresos y actos que ponen de relieve los valores cristianos y sirven para fortalecer la fe. Además, también se promueven los conventos contemplativos, la formación de sacerdotes y las iniciativas que son atractivas para jóvenes y que dan un nuevo impulso a las parroquias. A menudo, estos proyectos dan lugar a ordenaciones religiosas.