El padre Fadi Azar, sacerdote sirio, habla sobre la situación de los cristianos: “Tenemos derecho a ir a la iglesia a rezar en paz”

“Sentimos que estamos solos”: el sacerdote se hace eco del dolor de la comunidad cristiana tras el atentado de Damasco el pasado domingo

“Los cristianos de Siria están sintiendo un dolor muy grande. La comunidad cristiana en toda Siria está viviendo un momento de mucha tristeza: la pérdida de 30 cristianos que murieron en este ataque. Hasta ahora hay 54 heridos”. Así lo ha afirmado el padre Fadi Azar, sacerdote franciscano en Siria, durante una entrevista concedida a Aid to the Church in Need (ACN).

El sacerdote sirio ha afirmado que la situación se complica por momentos para algunos grupos religiosos. Cada vez que la Iglesia habla con el gobierno dicen que es algo puntual. Hasta que ha llegado este momento grave que ha “tocado” a toda Siria”.

El padre Fadi ha hecho un llamamiento para que se defiendan los derechos humanos en Siria: “Tenemos la fe, no tenemos miedo. La persecución a los cristianos en Medio Oriente, en Tierra Santa, siempre ha sido la persecución. Desde hace 2000 años hay persecución. Pero estamos en este mundo civil, donde se defienden los derechos humanos. Queremos solamente justicia, justicia, nada más. Los cristianos tienen derecho a vivir en un país donde haya seguridad, para que puedan ir a la iglesia a rezar en paz”.

El sacerdote, que vive en Latakia pero ha pasado muchos años en Damasco, ha hablado del momento de incertidumbre que atraviesa Siria y del sufrimiento de los cristianos, después del atentado del pasado domingo. Sobre esto, ha incidido en la repetición de las agresiones: “por ejemplo disparos en frente de las iglesias de Homs y Hama, así como secuestros. Muchos cristianos están perdiendo el trabajo”, ha dicho a ACN.

En este sentido, sobre la situación de inestabilidad que vive el país desde el cambio de gobierno, el sacerdote ha recordado lo que pasó en marzo. “En marzo, aquí en Latakia, mataron a muchos alauitas” refiriéndose a las aldeas al este de Latakia, en la región costera del país, violento escenario de masacres contra la comunidad alauita. “Y ahora -continúa- por primera vez en la historia de Siria, desde 1860, pasa un ataque así: entran dentro de la iglesia y se mata a mucha gente durante la hora de la Misa, durante la oración, el domingo a las seis de la tarde”.

El sacerdote sirio ha insistido en que, en este escenario, los cristianos no son los únicos que tienen miedo: “los alauitas, los drusos… es una persecución”. En cuanto a los presuntos autores del ataque del pasado domingo contra la iglesia de Dweila en Damasco, existen diferentes versiones en torno a su identidad. El padre Fadi dijo: «Alguien afirma que fue el grupo Ansar al-Sunna, que lleva la bandera de Daesh. Antes, todos estaban en Idlib». Además, subrayó: «Es un peligro, no solo para los cristianos, sino también para los drusos o alauitas, e incluso para los musulmanes moderados… Son muy peligrosos (…). No quieren un gobierno civil; quieren un gobierno terrorista islamista fanático».

Respecto a si este atentado ha sido inesperado para la población, el sacerdote ha dicho que en cierto modo esperaban que ocurriera algo así desde hacía meses: “Había amenazas, muchas amenazas. Se esperaba, pero no se sabía cuándo (…). La semana pasada ya atacaron una iglesia en Homs, la iglesia sirio-ortodoxa, donde un muchacho disparó a la puerta de la iglesia”.

Según las redes sociales locales, hoy, 26 de junio, se ha producido otra agresión cuando individuos en motocicletas abrieron fuego frente a la iglesia de Latakia y, trágicamente, una persona murió. La diócesis ortodoxa griega de Latakia negó las noticias sobre la muerte del guardia de la iglesia, confirmando que la víctima no tiene relaciones directa con la iglesia y que el ataque tuvo lugar fuera de la iglesia.

Protección internacional

Acerca de cómo se encuentra la comunidad cristiana de la zona en este momento, el sacerdote sirio ha relatado que “todos los cristianos sienten un dolor muy grande. Nos sentimos  solos ahora. Pedimos la intervención del Vaticano, de la Comunidad Europea…” y continúa: “La gente ahora nos dice: ‘Padre, no queremos ayudas, no queremos alimentos, medicamentos, nada. Ayúdenos a escapar. No podemos vivir aquí. Tenemos miedo por nuestra vida, tenemos miedo por el futuro de nuestros hijos’”.

En este contexto, el número de cristianos en Siria sigue disminuyendo: “somos una minoría ahora. En todos estos años, antes de la guerra, había un 10% de cristianos, ahora somos el 3%. Y, probablemente, en este verano, muchos cristianos se van a marchar”, ha dicho en sus declaraciones a ACN.

 

Por Blanca Tortosa.

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