En 2015 se inauguró en Sarajevo, la capital de Bosnia-Herzegovina, un centro pastoral juvenil que está abierto a todos los grupos étnicos del país. El centro fue consagrado al Santo Papa Juan Pablo II, que se preocupó especialmente por la juventud y que, por ejemplo, con las Jornadas Mundiales de la Juventud, dio lugar a impulsos duraderos para la juventud.
El centro es un auténtico éxito: cada año, unos 10.000 jóvenes mayores de 10 años participan en encuentros pastorales, cursos de formación y campamentos, y su lema es “Encuentro – Reconciliación – Configurar juntos la paz y el futuro”. Cuenta con 20 trabajadores a tiempo completo que, junto con unos 300 voluntarios, llevan a cabo las numerosas actividades pastorales. ACN apoyó la creación del centro con alrededor de medio millón de euros.
Los jóvenes que colaboran en el Centro de San Juan Pablo II también son a menudo muy activos en sus parroquias de origen, y demuestran que en este país es posible convivir pacíficamente, encontrar trabajo, fundar una familia y labrarse un futuro. El centro también persigue promover la coexistencia de los diferentes grupos étnicos y religiones a fin de tender puentes para un futuro pacífico. Aquí es especialmente importante el trabajo con los jóvenes, pero no solo con vistas a un futuro mejor, sino también para la supervivencia de la Iglesia. Y es que durante la guerra de Bosnia (1992-1995) uno de cada dos de los aproximadamente 500.000 católicos croatas fue expulsado o emigró. Hasta la fecha, unas 10.000 personas abandonan cada año el país, y entre ellas hay muchos católicos, porque son discriminados en el mercado laboral, en las escuelas y en la vida social, y porque no ven ninguna perspectiva de futuro. Sin embargo, los jóvenes que están profundamente arraigados en sus parroquias permanecen y creen en el futuro.
Dado que la capacidad del centro de Sarajevo es demasiado pequeña para la gran demanda, se ha abierto otra casa en el norte de Bosnia que es una especie de filial. En ella pueden pernoctar diez personas y esta casa también organiza numerosas actividades como, por ejemplo, cursos para líderes de grupos de jóvenes, iniciativas interreligiosas y ecuménicas, y mucho más. El complejo también dispone de una granja con animales y un huerto frutal donde los jóvenes pueden encontrar trabajo. El centro ya funciona, pero todavía hay que realizar algunas obras como, por ejemplo, en los baños y aseos. Además, en el exterior del recinto está prevista la construcción de un escenario con asientos para eventos al aire libre. ACN quiere ayudar con 20.000 euros a finalizar las obras en la casa.
Referencia: 444-07-19