Los cristianos se están viendo directamente afectados por los ataques en muchas regiones del Líbano. La Iglesia está haciendo todo lo posible para ayudar a quienes han tenido que huir de sus hogares hacia zonas más seguras.
La fundación pontificia Aid to the Church in Need (ACN) ha anunciado una campaña de emergencia para reunir al menos un millón de euros para la Iglesia libanesa, que está luchando por hacer frente a los tremendos desafíos causados por los recientes ataques israelíes tanto aéreos y terrestres.
Dichos ataques, cuyo objetivo es desactivar la amenaza de los ataques de Hezbolá contra el norte de Israel, han provocado una oleada de más de un millón de desplazados en diversas partes del país. Las regiones de Beirut, Monte Líbano y el norte del país son las que están soportando las mayores dificultades debido a la afluencia de personas que huyen del sur.
En todos estos lugares, la Iglesia ha entrado en acción, abriendo sus puertas, tanto de iglesias como casas de retiros, para acoger a quienes huyen de las zonas más peligrosas. Estos edificios están abiertos a todos, cumpliendo así el mandato biblíco de socorrer a los más necesitados, independientemente de su pertenencia religiosa o étnica.
ACN ya se ha puesto en contacto con las siete diócesis y las cinco congregaciones religiosas que están más volcadas en ayudar a los desplazados, y ahora está intentando reunir el dinero necesario para atender sus necesidades, que en la mayoría de los casos se debe a la falta de alimentos, productos sanitarios, colchones y mantas, medicamentos y otros artículos de primera necesidad.
Muchos cristianos del sur del Líbano son agricultores que, a raíz de la inestabilidad imperante, no han podido recoger sus cosechas de aceituna y tabaco, por lo que se han quedado sin ingresos. Es probable que también las escuelas católicas -que actualmente, en su mayoría imparten las clases en línea- necesiten apoyo, ya que los padres de familia en las regiones más afectadas por la guerra no pueden trabajar y tendrán dificultades para pagar la matrícula.
Aunque el conflicto afecta a todo el país, las zonas más golpeadas se encuentran en las regiones fronterizas entre Israel y el Líbano. En esa zona, los cristianos, que constituyen una parte significativa de la población, se están viendo especialmente afectados, a pesar de no haber desempeñado ningún papel en los ataques terroristas contra Israel. Miles de cristianos se han visto obligados a huir de sus hogares, y eso, en la mayoría de los casos, ha provocado la separación de las familias: así, las madres y los hijos buscan refugio en instalaciones de la Iglesia o casas de familiares en zonas más seguras, mientras los padres de familia, a pesar de los enormes riesgos, permanecen en la casa familiar para evitar saqueos.
“En las últimas décadas, el Líbano ha ido de crisis en crisis, causadas por la inestabilidad política, la afluencia de refugiados de las guerras regionales, el colapso económico, la explosión en el puerto de Beirut, que arrasó gran parte de la ciudad y, ahora, los ataques de Israel”, ha señalado Regina Lynch, presidenta ejecutiva de ACN.
“A pesar de todo ello”, añade, „la Iglesia ha seguido sirviendo a la gente, proporcionándole apoyo material y espiritual en todo momento. ACN ha permanecido al lado de nuestros socios de proyectos libaneses, y no vamos a abandonarlos ahora que vuelven a padecer grandes necesidades. Confiamos en que nuestros amigos y benefactores comprendan la urgencia de apoyar a la Iglesia libanesa para que lleve a cabo la obra de Dios.”
Por Filipe d’Avillez.