En el noreste de la India, la Iglesia aún es joven. En el año 2016 celebró el 120°. aniversario de su presencia en esta región; una región de las más pobres y difíciles de la India, castigada por la pobreza, los disturbios y los problemas sociales. La zona está aislada y subdesarrollada.
En la actualidad, dos millones de la población total (45 millones) de la región profesan la fe católica. Mientras que en un principio eran los misioneros europeos los que anunciaban la Buena Nueva, ahora la Iglesia de la región está bendecida con un creciente número de vocaciones nativas.
Sobre todo la orden de los Carmelitas tiene muchas vocaciones. En estos momentos, 34 jóvenes varones cursan diferentes fases de su formación. Supuso una gran alegría cuando en el año pasado fueron ordenados sacerdotes los primeros cuatro Carmelitas del noreste de la India. Además, fueron ordenados diáconos cinco jóvenes, que ahora esperan ser ordenados sacerdotes en breve. Los Carmelitas iniciaron su misión en esta región en 2003 en una casa con un techo de bambú. Entretanto, tienen varias casas en siete estados del noreste de la India y realizan un fructífero apostolado.
La orden quiere la mejor formación para sus miembros jóvenes, pero las familias de estos suelen ser muy pobres, al igual que la mayoría de la población en el noreste de la India. Son pequeños campesinos y jornaleros que sobreviven con sus hijos de un día al otro. Por esta razón, la orden no puede contar con un apoyo económico de las familias y tiene que costear ella sola el alojamiento, la comida, los estudios, los gastos de viaje, la atención médica y la ropa de los seminaristas, así como los salarios del personal docente. Sin embargo, los precios suben, por lo que la orden necesita ayuda del exterior para poder costear la formación de los jóvenes religiosos.