Conclusiones principales
En el contexto de un tenso clima mundial influido por las consecuencias de la pandemia de la COVID-19, las secuelas de la guerra en Ucrania, las preocupaciones militares y econĆ³micas en torno al Mar del Sur de China y el rĆ”pido aumento del coste de la vida en todo el mundo, la libertad religiosa ha sido vulnerada en paĆses donde viven mĆ”s de 4900 millones de personas. Contamos 61 paĆses en los que los ciudadanos se han enfrentado a graves violaciones de la libertad religiosa.
En la categorĆa roja, categorĆa que indica persecuciĆ³n, se encuentran 28 paĆses en los que viven 4030 millones de personas que, en conjunto, constituyen mĆ”s de la mitad (el 51,6%) de la poblaciĆ³n mundial. De estos 28 paĆses, 13 se encuentran en Ćfrica, que cuenta con muchas regiones en las que la situaciĆ³n se ha deteriorado gravemente.
En la categorĆa naranja, categorĆa que indica discriminaciĆ³n, se encuentran 33 paĆses, en los que viven casi 853 millones de personas. La situaciĆ³n empeorĆ³ en 13 de ellos.
En la categorĆa Ā«en observaciĆ³nĀ» se encuentran paĆses en los que se han verificado nuevos factores preocupantes que pueden llevar a una importante degradaciĆ³n de la libertad de religiĆ³n. En los mapas del AnĆ”lisis por regiones (pĆ”ginas XX), aparecen identificados con el sĆmbolo de una lupa.
En todas las categorĆas pueden producirse delitos de odio y atropellos. Estos incidentes son la manifestaciĆ³n de la violaciĆ³n de la libertad religiosa.
El resto de los paĆses no estĆ”n clasificados, pero eso no significa que en ellos se respete de forma impecable el derecho fundamental a la libertad religiosa.
Durante el perĆodo que se estudia en este Informe, la persecuciĆ³n se ha agudizado y concentrado, y ha aumentado la impunidad. Esta persecuciĆ³n se ha manifestado en violaciones extremas del artĆculo 18 de la DeclaraciĆ³n Universal de Derechos Humanos de la ONU: el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religiĆ³n.
1. A escala mundial, la retenciĆ³n y consolidaciĆ³n del poder en manos de gobiernos autoritarios y lĆderes de grupos fundamentalistas ha provocado el aumento de las violaciones de todos los derechos humanos, incluida la libertad religiosa. La combinaciĆ³n de atentados terroristas, destrucciĆ³n de patrimonio y sĆmbolos religiosos (TurquĆa, Siria), manipulaciĆ³n del sistema electoral (Nigeria, Irak), vigilancia masiva (China), proliferaciĆ³n de leyes anticonversiĆ³n y restricciones financieras (sudeste asiĆ”tico y Oriente Medio) ha aumentado la opresiĆ³n de todas las comunidades religiosas.
2. Los casos Ā«hĆbridosĀ» de persecuciĆ³n Ā«educadaĀ» y sangrienta se han hecho mĆ”s frecuentes. Los Gobiernos han aplicado leyes controvertidas que han restringido la libertad de religiĆ³n o han discriminado a determinadas comunidades religiosas sin que en la mayor parte de las veces se haya producido una protesta (cf. leyes anticonversiĆ³n). Al mismo tiempo, los ataques violentos contra quienes practican la religiĆ³n Ā«equivocadaĀ» se Ā«han normalizadoĀ» y en la mayorĆa de los casos no se han perseguido (IberoamĆ©rica). Esto tambiĆ©n se observa en las naciones occidentales, pero el acceso a la justicia es mejor.
3. Aumento del nĆŗmero de comunidades religiosas mayoritarias que sufren persecuciĆ³n. Hasta la fecha, la mayorĆa de los grupos confesionales que sufrĆan persecuciĆ³n pertenecĆan a comunidades religiosas minoritarias. Cada vez son mĆ”s las comunidades religiosas mayoritarias que tambiĆ©n sufren persecuciĆ³n (Nigeria, Nicaragua).
4. La respuesta cada vez mĆ”s callada por parte de la comunidad internacional ante las atrocidades cometidas por regĆmenes autocrĆ”ticos Ā«estratĆ©gicamente importantesĀ» (China, India) ha puesto de manifiesto una creciente cultura de la impunidad. PaĆses clave (Nigeria, PakistĆ”n) han escapado de las sanciones internacionales y otros castigos tras las revelaciones de violaciones de la libertad religiosa contra sus propios ciudadanos.
5. El auge de los Ā«califatos oportunistasĀ». Durante el perĆodo estudiado en este Informe, las redes yihadistas transnacionales de Ćfrica han ido cambiando de tĆ”ctica. Gradualmente, han pasado de la conquista y defensa de territorios fijos a los ataques de Ā«golpea y huyeĀ» dirigidos a provocar el aislamiento de las comunidades (cf. Mozambique) en zonas rurales mal defendidas, preferentemente las que cuentan con recursos minerales (cf. R. D. Congo). Las estrategias tradicionales de matar y saquear han dado paso a una tendencia a imponer impuestos y sistemas de comercio ilegales, lo que ha dado lugar a un estado dentro del Estado. La inseguridad y la falta de control gubernamental han provocado revueltas y golpes militares (dos en MalĆ y uno en Burkina Faso).
6. Las tendencias divergentes dentro de las comunidades musulmanas se han hecho mĆ”s visibles. Por un lado, los jĆ³venes marginados, empobrecidos y frustrados se han sentido cada vez mĆ”s atraĆdos por las redes terroristas y delictivas islamistas (Ćfrica). Por otro lado, encuestas recientes, sobre todo en IrĆ”n, han evidenciado que cada vez hay mĆ”s musulmanes que se identifican como no practicantes.
7. Aumento de la persecuciĆ³n contra los musulmanes, incluso por parte de otros musulmanes. En China ha continuado la brutal persecuciĆ³n contra los uigures, y los musulmanes de India y Myanmar tambiĆ©n han sufrido discriminaciĆ³n y persecuciĆ³n. TambiĆ©n se han denunciado crecientes incidentes de persecuciĆ³n intramusulmana entre sunĆes y chiĆes (hazaras en AfganistĆ”n), entre interpretaciones musulmanas nacionales y Ā«extranjerasĀ», asĆ como entre formas dominantes y las denominadas Ā«desviadasĀ» del islam (ahmadĆes en PakistĆ”n).
8. En Occidente han aumentado las denuncias por agresiones contra la comunidad judĆa despuĆ©s de los confinamientos por la COVID-19. Los delitos de odio antisemita denunciados en los paĆses de la OSCE aumentaron de 582 en 2019 a 1367 en 2021.
9. Los secuestros, la violencia sexual, incluida la esclavitud sexual, y la conversiĆ³n religiosa forzada no solo no han disminuido, sino que han quedado en gran medida impunes (Ćfrica Occidental, PakistĆ”n). Los secuestros y la trata de personas se han visto alimentados por el agravamiento de la pobreza y el aumento de los conflictos armados. En decenas de paĆses, las mujeres y niƱas de minorĆas religiosas sufren especialmente esta forma de violencia.
10. Inflar el nĆŗmero de fieles como medio de mantener el poder polĆtico. En algunos casos, para preservar su estatus polĆtico, religioso y social, las comunidades confesionales han exagerado el nĆŗmero de fieles dando datos religiosos engaƱosos al inscribir oficialmente a los niƱos, o aplazando indefinidamente los censos de poblaciĆ³n (LĆbano, India, Malasia).
11. El aumento del control, incluida la vigilancia masiva, ha afectado a los grupos religiosos. En Occidente, las redes sociales se han utilizado para marginar y atacar a grupos religiosos. Estos hechos socavaron las libertades fundamentales, como la libertad de conciencia, pensamiento, religiĆ³n, expresiĆ³n, circulaciĆ³n y reuniĆ³n.
12. En Occidente, la Ā«cultura de la cancelaciĆ³nĀ», que incluye un Ā«discurso obligatorioĀ», ha evolucionado desde el acoso (verbal) a individuos que, por motivos religiosos, defienden opiniones diferentes, hasta llegar a las amenazas legales y la pĆ©rdida de oportunidades laborales. Se ha amenazado con sanciones legales a personas que, debido a su fe, no han defendido posturas que respalden claramente opiniones acordes con las exigencias ideolĆ³gicas imperantes (Ā«cultura de la cancelaciĆ³nĀ»). Las redes sociales han constituido un factor importante para impulsar esta tendencia.
13. En los libros de texto escolares (India, PakistƔn) se incluyen contenidos despectivos sobre las confesiones minoritarias, con consecuencias potencialmente importantes para el futuro de las relaciones interconfesionales.
14. ProliferaciĆ³n de leyes anticonversiĆ³n, asĆ como de iniciativas de reconversiĆ³n que ofrecen beneficios econĆ³micos a quienes se unen a la religiĆ³n mayoritaria o regresan a ella (Asia, Norte de Ćfrica). Las pruebas revelan que se han promulgado nuevas leyes anticonversiĆ³n y se ha endurecido la aplicaciĆ³n de las existentes allĆ donde la mayorĆa religiosa pretendĆa afianzar su poder polĆtico. Para favorecer la reconversiĆ³n, se han ofrecido ventajas econĆ³micas a los miembros que se convirtieran. A la inversa, estos beneficios se retiraron a los conversos, comprometiendo el bienestar de toda la familia en las zonas afectadas por la pobreza.
15. Aumento de los ataques contra lĆderes religiosos y otras personas dedicadas a las Iglesias por parte de grupos delictivos organizados (IberoamĆ©rica). Representantes religiosos, defensores de los migrantes y otras comunidades desfavorecidas han sido objeto de ataques (secuestros e incluso asesinatos) por denunciar a las bandas de delincuentes y tomar medidas para detenerlas.
16. RĆ©cord de participaciĆ³n en celebraciones religiosas populares tras los confinamientos por la COVID-19. DespuĆ©s de tres aƱos de suspensiĆ³n y restricciones del culto en la mayorĆa de las regiones del mundo, el regreso de las grandes fiestas religiosas (expresiones pĆŗblicas de religiosidad popular) atrajo a millones de fieles (cf. el caso ilustrativo sobre celebraciones religiosas).
17. Aumento de las iniciativas de diĆ”logo interreligioso. El papa Francisco y otros lĆderes eclesiĆ”sticos de todo el mundo han ampliado sus contactos con otras comunidades religiosas. Los lĆderes religiosos de Indonesia, a travĆ©s de la organizaciĆ³n islĆ”mica Nahdlatul Ulama, han incrementado el diĆ”logo con sus homĆ³logos hindĆŗes, y en el G20 crearon un grupo permanente sobre religiĆ³n, en el que participan otras comunidades religiosas importantes.