Una forma de persecución es la dilución de la enseñanza católica hasta volverla irreconocible. Los soviéticos usaron este método y los comunistas en China todavía lo aplican. También en Iberoamérica, los regímenes autoritarios de izquierdas tratan de conquistar la “hegemonía cultural”, como ya exigió hace cien años el comunista italiano Antonio Gramsci. En Nicaragua, el régimen se sirve en cambio de la falsa doctrina del New Age (Nueva Era) para este propósito. Esta es la secta que actualmente se está expandiendo con mayor rapidez en Iberoamérica, y que, a la relación personal con Dios del Cristianismo opone como alternativa, como religión universal, una fe impersonal y aparentemente científica. Con elementos pretendidamente cristianos simula estar cerca del pueblo y sus tradiciones, y los medios de comunicación controlados por el Estado y las redes sociales
promueven esta doctrina con mucho empeño. Para contrarrestar la propagación de esta doctrina, la Diócesis de Matagalpa ha desarrollado un programa de formación para 250 catequistas, agentes pastorales y laicos de los movimientos espirituales católicos para este año. En doce semanas se les instruirá sobre esta falsa doctrina a través de aclaraciones y enseñanzas de Roma.
El Obispo Rolando Álvarez comienza citando las palabras de advertencia del Papa Francisco: “¿A quién rezo? ¿Al Dios cósmico? Esta modalidad politeísta que nos llega con una cultura superficial”. Porque “no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, Jesucristo”, como dice Benedicto XVI en la Encíclica Deus caritas est. Con argumentos auténticamente cristianos, los participantes del curso defenderán una fe católica no adulterada en sus parroquias. Nosotros apoyamos este programa con 8.200 euros.
En Cuba, donde la Iglesia no puede distribuir documentos eclesiales fuera de los lugares de culto, los Obispos han encontrado, no obstante, un camino sencillo para entrar en los espacios públicos y en los hogares de la gente, consistente en combinar lo bueno con lo útil: un calendario que puede ser distribuido aunque contenga imágenes cristianas y textos atequéticos. Este año se centra en la pastoral juvenil, para lo cual en el calendario se presentan jóvenes modelos de fe, enmarcados en textos de la Exhortación Apostólica Christus vivit. La demanda del calendario es grande, también entre los no católicos, e incluso en algunos organismos públicos el calendario cuelga de la pared. El año pasado el tema principal fue la familia, y anteriormente lo fueron los Diez Mandamientos, el Credo y también el papel de los laicos en la Iglesia y la sociedad. La gran mayoría de los 438.000 calendarios se distribuye gratuitamente, pero la pobre Iglesia cubana no puede costear el papel, la impresión y el transporte. Nosotros contribuimos con 35.000 euros para que la cultura en Cuba tampoco pierda sus rasgos cristianos en los espacios públicos.
