[vc_row][vc_column][vc_column_text]Según a podido saber la fundación pontificia ACN, en su breve aparición, el P. Soganub pudo hacer unas breves declaraciones en las que pidió que se rezara por él para que se recuperara rápidamente de la traumática experiencia de haber sido rehén de un grupo religioso extremista durante los últimos 117 días.
El rescate del P. Soganub tuvo lugar en la noche del sábado, a las 23:45 horas, cuando los militares intentaban despejar la mezquita de Bato, que es una de las tres mezquitas consideradas bastiones de los terroristas. Los soldados lograron hacerse con ella.
En una entrevista por vídeo realizada por el Gobierno local y publicada en un sitio web de un medio social, el P. Soganub insiste en la importancia de la misión de la Prelatura de Marawi, consistente en entablar un diálogo interreligioso con la comunidad musulmana. «A los musulmanes de Marawi y Lanao del Sur quiero decirles que sigo creyendo en que podemos estar unidos como musulmanes y cristianos. No somos enemigos, pues creemos en un solo Dios”, dijo el P. Soganub. Además, el sacerdote dio las gracias al Ejército filipino por su rescate.
Ayer, Mons. Elenito Galido, Obispo de Iligan (una diócesis ubicada a 37 kilómetros de distancia de Marawi), también dio las gracias a los soldados que liberaron al P. Soganub.
Father Teresito Sugano
“Esta es una noticia realmente excelente. Doy las gracias a los soldados que han rescatado el P. Chito y al profesor del Dansalan College. Estamos contentísimos y seguros de que esto es una oración atendida, pues no hemos cesado de rezar por él todos los días. Ahora están en libertad, gracias a Dios”, ha dicho Mons. Galido en una entrevista concedida a Radio Veritas, una emisora de radio católica.
Durante la conferencia de prensa, los militares revelaron que el P. Soganub no fue víctima de abusos físicos, pero que, en ocasiones, cuando había fuego cruzado, lo obligaban a llevar armas de fuego y a posar como si fuera uno de los terroristas.
El P. Soganub es el Vicario General de la catedral de Santa María en Marawi, una ciudad predominantemente musulmana de Mindanao Central, el archipiélago meridional de las Filipinas. El Papa Pablo VI creó la Prelatura de Marawi para tender una mano de reconciliación a los musulmanes filipinos, que eran víctimas de los abusos de las fuerzas gubernamentales cuando en la nación estaba vigente la ley marcial.
El pasado 23 de mayo de 2017, la ciudad de Marawi fue sitiada por más de 700 hombres armados que se declararon aliados del Estado Islámico. Según el Gobierno filipino, un total de 47 civiles, 149 soldados del Ejército gubernamental y 673 terroristas han muerto ya a raíz de este conflicto, que ha ocasionado la huida de 359.680 personas.
De momento, no se sabe nada nuevo de los restantes cincuenta rehenes, veinte de los cuales pertenecen al personal de la parroquia de la catedral de Santa María.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]