Marco legal sobre libertad religiosa y su aplicación efectiva
La Constitución de Zambia consagra la libertad de religión (artículo 19.1). En ella está incluido el derecho a cambiar de fe religiosa, a expresar públicamente la propia fe y a difundirla. En 1996, se modificó el preámbulo para declarar que Zambia es una nación cristiana. A pesar de que esto convierte a Zambia en un Estado confesional cristiano, la Constitución garantiza la libertad de conciencia y creencia (artículo 19) y protege a los no cristianos, a los que reconoce el derecho de seguir su religión. Ninguna ley del país conculca la libertad religiosa.
Toda persona es libre de convertirse al credo que elija. Las Iglesias pueden evangelizar abiertamente, construir lugares de culto, desarrollar su labor pastoral y catequética y recaudar fondos dentro y fuera del país. La legislación de Zambia prohíbe toda discriminación en el lugar de trabajo, incluyendo los motivos religiosos.
La formación religiosa es obligatoria entre los cursos 1º y 9º; el plan de estudios está centrado en el cristianismo, aunque incluye elementos de otras religiones. Conforme al artículo 19.3 de la Constitución, los grupos religiosos pueden impartir su propia formación religiosa y dirigir colegios propios.
En septiembre de 2021 se suprimió el Ministerio de Orientación Nacional y Asuntos Religiosos, encargado de supervisar los temas religiosos y fomentar los valores cristianos.
Los grupos religiosos tienen que registrarse en la Oficina del Registro de Sociedades del Ministerio del Interior y Seguridad Interna; además, están obligados a unirse a organizaciones centrales. Esto sitúa a cada Iglesia o denominación bajo una única entidad administrativa comúnmente conocida como «organismo madre». Hay siete organismos cristianos de este tipo y siete no cristianos. En la entidad administrativa cristiana más grande se agrupan la Conferencia Episcopal Católica de Zambia, el Consejo de Iglesias de Zambia y la Fraternidad Evangélica de Zambia. Conforme al artículo 8 de la Ley de Sociedades, el Registro puede revocar la inscripción si un grupo religioso no paga sus cuotas o se constata que realiza o pretende realizar alguna acción contraria a los intereses de «la paz, el bienestar o el orden». Además, se obliga al clero a recibir formación oficial.
Los grupos religiosos también pueden obtener exenciones fiscales, que normalmente se aplican a organizaciones de «utilidad pública», incluidas las afiliadas a grupos religiosos.
Por detrás de los cristianos y los fieles de las religiones tradicionales, los bahaíes constituyen la comunidad religiosa más numerosa de Zambia. El país también alberga una pequeña comunidad musulmana, concentrada sobre todo en Lusaka y las provincias Oriental y del Cinturón de Cobre, formada tanto por inmigrantes nacionalizados (procedentes del sur de Asia, Somalia y Oriente Próximo) como por unos pocos zambianos nativos. También hay unos 10 000 hindúes, en su mayoría de origen sudasiático.
Incidentes y acontecimientos
La sociedad zambiana siempre ha sido tolerante en materia religiosa. Durante el período estudiado en este informe, el Gobierno ha respetado generalmente la libertad religiosa y las escasas violaciones de este derecho revelan que también se respeta este derecho a nivel social.
En febrero de 2021, el Gobierno del presidente Edgar Lungu puso a disposición de las Iglesias y organizaciones religiosas y confesionales 25 millones de kuachas (1,5 millones de dólares) en concepto de «fondo de empoderamiento», paquete de ayudas a causa de la COVID-19. Godfridah Sumaili, ministra de Orientación Nacional y Asuntos Religiosos, declaró: «Los fondos servirán para apoyar los programas benéficos ya existentes que se han visto gravemente afectados, entre otros proyectos de capacitación». En una carta oficial a sus homólogos, el obispo George Lungu, presidente de la Conferencia Episcopal de Zambia, respondió que la Conferencia iba a declinar recibir estos fondos de capacitación. Explicó que «la Iglesia prefiere que ese dinero se canalice hacia otras áreas necesitadas como el pago de la deuda, la retribución de los jubilados y trabajadores [...] y a que el Gobierno canalice los recursos hacia el sector sanitario para adquirir equipos de protección personal, medicamentos esenciales y desplegar más personal en el Ayuntamiento de Chipata, que lleva nueve meses sin cobrar sus sueldos».
El 12 de agosto de 2021, tras el aumento de la violencia y la represión gubernamental contra los manifestantes de la oposición, once obispos católicos de Zambia, con Ignatius Chama, el presidente de la Conferencia y arzobispo de Kasama, a la cabeza, pidieron elecciones pacíficas y justas. Los obispos pidieron a su vez a la población que apoyara la filosofía política del país de «Una Zambia, una nación», que trabajara por el bien de la nación y que evitara el derramamiento de sangre por motivos políticos.
El 16 de agosto de 2021, el líder de la oposición, Hakainde Hichilema, se impuso al actual presidente, Edgar Lungu, en las elecciones presidenciales de Zambia. El arzobispo saliente, Telesphore Mpundu, pidió al Gobierno entrante que cumpliera sus promesas electorales: «Cuando el pueblo habla, es Dios quien habla. La voz del pueblo es la voz de Dios, no la desoigáis». El presidente Hichilema elogió el papel de la Iglesia católica en el país, describiéndola como «un faro de esperanza» y destacando su papel en «los ámbitos de la educación, la sanidad y la promoción de la democracia y el buen gobierno en Zambia», y como defensora de la justicia social.
En septiembre de 2021, el presidente Hakainde Hichilema suprimió el Ministerio de Orientación Nacional y Asuntos Religiosos y trasladó sus funciones a la Oficina del Vicepresidente. La decisión fue recibida con consternación por algunos y con alivio por otros. El portavoz del Consejo de Pastores y Profetas, Bernard Katongo, elogió la decisión afirmando que el Ministerio había permitido que «muchos falsos clérigos fundaran iglesias sin estructuras físicas para dedicarse a actividades falsas y embaucar a seguidores desprevenidos con falsos milagros». Por el contrario, el presidente de las Iglesias Independientes de Zambia, David Masupa, declaró: «Sabemos que el nuevo Gobierno puede considerar irrelevante este Ministerio, pero no lo es. Para que el país logre la tolerancia cero con la corrupción, hay que conseguir inculcar algunos valores morales en la gente».
El 18 de octubre de 2021, el presidente Hichilema «volvió a afirmar la importancia de declarar a Zambia como nación cristiana»; el presidente manifestó que «no se puede poner en peligro esta declaración, ya que hace del pueblo zambiano lo que es».
El 19 de febrero de 2022, el Gobierno anunció que iba a presentar en el Parlamento una serie de enmiendas al artículo 6 del Código Penal que, entre otras disposiciones, eliminarían la penalización del aborto y la bigamia. La Comisión de Desarrollo del Derecho de Zambia presentó dichas propuestas. El Consejo de Iglesias de Zambia se opuso a los cambios, alegando que derogar el artículo 166 del Código Penal, que prohíbe la bigamia y regula el acceso al aborto de las mujeres embarazadas, es una contradicción con la condición cristiana de Zambia.
En febrero de 2022, el presidente se reunió con el papa Francisco en el Vaticano, donde trataron, entre otras cuestiones, sobre las aportaciones de la Iglesia al país y del acceso a las vacunas contra la COVID-19.
En mayo de 2022, el presidente presentó al Parlamento un proyecto de ley para poner fin a la pena capital y conmutó las penas de 30 presos condenados a muerte.
Futuro de la libertad religiosa
A pesar de la presión internacional sobre el patrimonio religioso y cultural tradicional de Zambia, en el país se respeta derecho a la libertad religiosa y lo más probable es que siga siendo así en el futuro próximo.