Marco legal sobre libertad religiosa y su aplicación efectiva
La República Democrática de Santo Tomé y Príncipe está constituida por dos archipiélagos organizados en torno a dos islas principales en el golfo de Guinea, frente a la costa ecuatorial del África Central.
Siendo el segundo país más pequeño de África, después de las islas Seychelles, Santo Tomé y Príncipe es una de las democracias más estables del continente. El legado portugués es patente en su cultura y sus costumbres, que combinan influencias africanas y europeas.
Conforme al artículo 8 de la Constitución, Santo Tomé y Príncipe es un Estado laico. El Estado está separado «de todas las instituciones religiosas». Todos los ciudadanos son iguales ante la ley, con independencia de sus creencias religiosas. La libertad religiosa es un derecho «inviolable» (artículo 27.1). Los grupos religiosos son «libres en cuanto a su culto, educación y organización» (artículo 27.4). No se puede perseguir a nadie a causa de su religión (artículo 27.2). No obstante, se permiten restricciones a la libertad religiosa en los casos «previstos en la Constitución y [solo será] suspendida durante la vigencia del estado de sitio o de emergencia declarado conforme a los términos de la Constitución o de la ley» (artículo 19). En la práctica, el Gobierno respeta la libertad religiosa.
El Estado «no se puede reservar el derecho a establecer el programa educativo y cultural de acuerdo con ninguna política filosófica, política, ideológica o religiosa» (artículo 31.2). No hay indicios de que la educación se imparta de forma discriminatoria por motivos religiosos.
Los grupos religiosos se tienen que registrar ante las autoridades. La formación religiosa se imparte únicamente en los colegios privados y no es obligatoria.
Santo Tomé y Príncipe es signataria del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Incidentes y acontecimientos
En abril de 2022, el Gobierno concedió una licencia de emisión a Radio Jubilar. La emisora católica cuenta con un centro de formación para periodistas locales y sirve como punto de referencia «social, cultural y religioso» de la zona. No hay noticias de que se haya producido incidente.
Futuro de la libertad religiosa
En general, la situación de la libertad religiosa en Santo Tomé y Príncipe es positiva, y no hay motivos para pensar que el respeto básico del país por este derecho fundamental vaya a verse alterado en un futuro próximo.