Marco legal sobre libertad religiosa y su aplicación efectiva
El 6 de noviembre de 2015, la República del Congo aprobó una nueva Constitución que proclama el carácter laico del Estado (artículo 1) y prohíbe todo tipo de discriminación, incluida aquella por motivos religiosos (artículo 15). A su vez, garantiza las libertades de conciencia y creencia, y prohíbe «el uso de la religión con fines políticos» así como «cualquier tipo de fanatismo religioso, filosófico, político y sectario», que será perseguido por la ley (artículo 24).
Todos los grupos religiosos deben registrarse y recibir la aprobación del Ministerio del Interior. No se conocen casos de discriminación contra grupos religiosos que hayan solicitado la inscripción en el Registro. No inscribirse en el Registro implica sanciones pecuniarias, la confiscación de las propiedades del grupo, la cancelación de los contratos con terceros y la deportación del personal extranjero.
La escuela pública no incluye en el programa de estudios la asignatura de religión, pero los colegios privados sí pueden impartir formación religiosa.
Está prohibido vestir en lugares públicos las prendas islámicas que cubren el rostro por completo (como el niqab y el burka), aparentemente para evitar los atentados terroristas. No se permite a los musulmanes procedentes de países extranjeros pasar la noche en las mezquitas.
El 2 de julio de 2019 entró en vigor un acuerdo bilateral entre el Gobierno del Congo y la Santa Sede (firmado en febrero de 2017). Este acuerdo regula las relaciones entre la Iglesia y el Estado y «garantiza que la Iglesia tendrá la posibilidad de llevar a cabo su misión en el Congo». En el acuerdo «se reconoce la personalidad jurídica de la Iglesia y sus instituciones». Ambas partes se comprometen a colaborar en la «promoción del bien común». El acuerdo también garantiza a «la Iglesia plena libertad para operar en esta nación centroafricana», y ofrece una mayor protección legal para las obras y los activos de la Iglesia (colegios, hospitales, edificios religiosos…).
Incidentes y acontecimientos
El Gobierno de la República del Congo es reconocido por muchos índices internacionales como uno de los más corruptos del mundo. Cerca del 46,5% de la población vive por debajo del umbral de pobreza, y la pobreza extrema va en aumento. La Iglesia católica y las organizaciones de la sociedad civil ejercen una importante función crítica y se les reconoce que «han desempeñado un importante papel para mitigar las crisis políticas y socioeconómicas de Congo-Brazzaville».
Aunque las divisiones étnicas y regionales son fuentes constantes de violencia, se reconoce al Congo como «uno de los Estados de África en los que la discriminación o los conflictos basados en la religión son casi inexistentes». Sin embargo, preocupan las incursiones de grupos extremistas armados extranjeros procedentes tanto de la República Democrática del Congo como de la República Centroafricana con el riesgo de difusión del conflicto a lo largo de las zonas fronterizas que comportan dichas incursiones. También preocupa la emigración resultante de miles de refugiados de estos países vecinos a Congo-Brazzaville «que ejerce una presión adicional sobre los limitados servicios sociales del país y agravan las tensiones».
El 23 de marzo de 2021, el presidente de la República del Congo, Denis Sassou-Nguesso, fue reelegido en una campaña fuertemente controlada que suscitó las críticas de la Iglesia católica y de los defensores de los derechos humanos. La Iglesia solicitó el despliegue de más de 1000 observadores electorales y, cuando el Ministerio del Interior denegó esta petición, manifestó su preocupación por la imparcialidad de la votación. El P. Félicien Mavoungou, de la Comisión diocesana de Justicia y Paz, declaró sobre la campaña electoral: «La Iglesia tiene algunas reservas sobre la organización de las elecciones. Nos sorprende la negativa del Gobierno a concedernos las licencias como observadores».
El 23 de diciembre de 2021, un grupo de personas destruyó la lápida del cardenal Biayenda en el centro de Brazzaville. Era la tercera vez que profanaban ese año la tumba del prelado. No se ha detenido a nadie en relación con estos hechos.
Con motivo de las elecciones a las asambleas nacionales y locales del 10 de julio de 2022, el Consejo Ecuménico de los Cristianos del Congo animó al pueblo congoleño, y en particular a los cristianos, a participar pacíficamente, con la justicia y el amor como principios rectores. No se registraron incidentes violentos.
Futuro de la libertad religiosa
La pobreza, la corrupción y la falta de transparencia política parecen asolar la nación y tener consecuencias negativas sobre los derechos humanos. A pesar de ello, es reconocida en África la reputación de la República del Congo como oasis de armonía interconfesional. Por consiguiente, salvo algunos incidentes aislados, durante el período que se estudia en este informe no se han producido violaciones significativas de la libertad religiosa. Las perspectivas para este derecho fundamental siguen siendo positivas y sin cambios.