Marco legal sobre libertad religiosa y su aplicación efectiva
La Constitución de Liberia establece la separación entre la Iglesia y el Estado; en consonancia con ello, no hay religión de Estado y toda persona tiene derecho a la «libertad de pensamiento, conciencia y religión» (artículo 14); se garantiza a todos los grupos religiosos la igualdad de trato, sin perjuicio de las leyes que protejan «la seguridad, el orden, la salud o la moral públicos o los derechos y libertades fundamentales de los demás». Se protege la igualdad de oportunidades de todos los ciudadanos de Liberia, «con independencia de su sexo, credo, religión, origen étnico, lugar de origen o afiliación política» (artículo 18).
Las organizaciones religiosas, grupos misioneros incluidos, están obligadas a registrarse ante el Gobierno. Esto les da derecho a obtener exenciones fiscales, y a presentarse en los tribunales como «una sola entidad». Los grupos religiosos indígenas no se tienen que registrar ante las autoridades porque están sujetos al derecho consuetudinario.
El plan de estudios de la escuela pública ofrece «educación religiosa y moral neutra» y presenta las tradiciones religiosas y los valores morales. Los colegios privados, muchos de ellos gestionados por organizaciones cristianas o islámicas, reciben financiación del Estado.
Incidentes y acontecimientos
Liberia fue fundada por esclavos estadounidenses liberados que se volvieron a establecer en África. Los cristianos son el grupo más numeroso, pero no es inusual que se mezclen prácticas religiosas. La sociedad liberiana es enormemente tolerante en cuestiones de religión. El Consejo Liberiano de Iglesias (protestante) y el Consejo Nacional Islámico de Liberia representan a las dos comunidades religiosas más numerosas. Los grupos religiosos de Liberia suelen convivir en paz, práctica impulsada y defendida por muchos políticos liberianos. Los expertos describen al actual presidente del país, George Weah, como un cristiano metodista defensor de la «armonía entre las religiones» que ha «tendido la mano a los musulmanes».
En los últimos años, grupos y clérigos musulmanes han solicitado al Gobierno que reconozca las fiestas islámicas.
El 13 de mayo de 2021, el jeque Ali Krayee, imán principal de Liberia, reabrió un debate en el que pedía que el Gobierno reconociera las festividades musulmanas, afirmando que «Liberia nunca tendrá paz hasta que se concedan a los musulmanes sus festividades».
El 25 de mayo, el senador Snowe, cristiano que representa al condado de Bomi, de mayoría musulmana, presentó tres proyectos de ley para declarar festivos el Lunes de Pascua, el Aíd al Adha y el Aíd al Fitr. Aunque el senador Snowe declaró que los proyectos de ley no pretendían «provocar conflictos ni buscar el favor de ningún segmento concreto de nuestra sociedad liberiana», sino «representar su creencia en la igualdad y la libertad religiosa, tal y como garantizan la Constitución y las leyes de Liberia», los proyectos de ley propuestos desataron una polémica política entre las distintas religiones y dentro de los grupos confesionales.
El 30 de mayo, el arzobispo de la Iglesia Dominion Christian Fellowship, Isaac Winker, refiriéndose a la Constitución del país de 1986 que declara a Liberia como un Estado laico, dijo que el proyecto de ley estaba mal aconsejado y que la acción del senador Snowe era errónea, «ya que la Constitución no discrimina a ninguna religión, puesto que no hay confesión religiosa en el país como pretende el senador». El arzobispo Winker también advirtió de que declaraciones como las del jeque Ali Krayee amenazaban la seguridad nacional: «Hago un llamamiento a todos los liberianos y al Gobierno para que presten atención a esta amenaza constante y consistente procedente de nuestros hermanos musulmanes. También hago un llamamiento al aparato de seguridad para que se tome en serio este tipo de declaraciones, porque son un indicador de ideología terrorista. La seguridad del Estado debe estar por encima de cualquier individuo o movimiento».
El 5 de junio, Ayuba G. Dauda Swaray, presidenta de la Asociación de Estudiantes Musulmanes de la Universidad de Liberia, declaraba: «Liberia es uno de los dos únicos países de toda África Occidental que no ha legislado las fiestas de los musulmanes como días festivos cuando, de hecho, en los países dominados por los musulmanes, la Navidad, el lunes de Pascua, el día de la Asunción de María y otras fiestas cristianas importantes son días festivos a pesar del bajo porcentaje de población cristiana».
El 8 de junio, el obispo Kortu Brown, presidente del Consejo Liberiano de Iglesias, rechazó los proyectos de ley de fiestas religiosas afirmando que «introducir fiestas religiosas islámicas podría desencadenar más conflictos interreligiosos», y el 15 de junio obispos y pastores de diversas iglesias liberianas presentaron una petición al presidente pro tempore, Albert Chie, instando al Senado a «no aprobar proyectos de ley religiosos en interés de la paz».
El 20 de julio, durante un discurso del Aíd al Adha dirigido a la comunidad musulmana, el jeque Krayee afirmó que la discriminación contra los musulmanes, evidenciada por la negativa a reconocer las festividades islámicas, estaba «provocando una revolución en este país» .
El 27 de julio, el imán Abdullai Mansaray, presidente del Consejo Nacional Musulmán de Liberia y presidente del Consejo Interreligioso de Liberia, criticó las declaraciones de Krayee declarando: «Aunque muchos musulmanes pueden considerar que se trata de un llamamiento legítimo, nosotros, sin embargo, creemos que el enfoque empleado por el imán [Krayee] tiende a provocar hostilidad en el seno de la sociedad y, por tanto, no representa las opiniones y la postura de la comunidad musulmana de Liberia».
En una declaración publicada el 16 de agosto en el periódico FrontPage Africa, la ONG Liberia Islamic Network Incorporated (LNI) «defendió a Krayee y criticó al Consejo Nacional Musulmán de Liberia, calificando su declaración de julio contra el imán jefe de irrespetuosa y susceptible de causar división entre los musulmanes» .
A pesar del acalorado debate político sobre los días festivos, se han observado buenas relaciones interreligiosas en la ciudad de Kortuma, donde, en septiembre, católicos y musulmanes se reunieron para construir juntos una escuela en una zona donde residen casi 500 niños sin acceso a la educación.
El 20 de enero de 2022, al menos 29 personas murieron, según los informes, tras una estampida provocada por un ataque de ladrones armados contra fieles durante una ceremonia cristiana en una zona densamente poblada de la capital, Monrovia.
El 2 de mayo, durante la oración del Aíd, el gran muftí, el jeque Abubakar Sumaworo, acusó a los musulmanes chiíes de ser terroristas. En su sermón, pidió al Gobierno que les prohibiera trabajar en Liberia y abrir escuelas o mezquitas. El líder musulmán chií, el jeque Askary M. Kromah, respondió afirmando que los chiíes nunca han cometido actos violentos y pidió al gran muftí que se retractara de sus declaraciones. El jeque Kromah puso como ejemplo a la comunidad cristiana de Liberia, afirmando que no tienen problemas de convivencia a pesar de las diferentes confesiones.
El 10 de mayo, el Consejo Nacional Musulmán de Liberia anunció una nueva campaña nacional de afiliación con el objetivo de captar 600 000 miembros. Lusinee F. Kamara, líder del Partido de la Coalición de Toda Liberia, elogió el plan, que pretende hacer que el Consejo sea independiente, transparente y competente. Zainab Assaf, directora de la Escuela Secundaria del Congreso Musulmán, también subrayó que Liberia necesita fomentar la tolerancia religiosa para gozar de estabilidad.
Tras años de presión por parte de los líderes islámicos del país, el Sistema Escolar Consolidado de Monrovia, en una medida sin precedentes, permitió a las niñas musulmanas llevar el hiyab durante la celebración del Ramadán. Esta administración declaró que la decisión se tomó para «fomentar la tolerancia religiosa, con unidad en la diversidad y respeto por la religión de todos y cada uno».
En junio, la vicepresidenta Jewel Howard-Taylor visitó las instalaciones de rehabilitación gestionadas por Um el Nur (Madre de la Luz) Liberia Inc, ONG católica fundada por el eparca maronita Guy Paul Noujaim. La vicepresidenta elogió la labor de la organización.
El 18 de julio, el jeque Akibu Sheriff, secretario general del Comité Nacional de Hach y la Umra, criticó que el Gobierno hubiera aceptado que el ministro del Interior, Varney Sirleaf, cree un «supuesto» Comité de Hach. Según el jeque Sheriff, el Comité de Hach «supone una fuerte rivalidad con el Consejo Nacional Musulmán de Liberia y tiene como único objetivo socavar la legitimidad de la autoridad del Consejo Nacional Musulmán de Liberia como organismo regulador de los programas de hach y umra en Liberia».
Futuro de la libertad religiosa
A pesar del acalorado debate sobre las fiestas musulmanas y de algunas tensiones internas en la comunidad musulmana, las relaciones interreligiosas en el país en general siguen siendo buenas y el Gobierno ha tomado medidas para seguir protegiendo la libertad religiosa. Las perspectivas para la libertad religiosa en el país siguen siendo positivas.