Marco legal sobre la libertad religiosa y su aplicación efectiva
El preámbulo de su Constitución (Satversme) define a Letonia como un país «democrático, socialmente responsable y Estado nacional [...] basado en el Estado de derecho y en el respeto a la dignidad y la libertad humanas; reconoce y protege los derechos humanos fundamentales y respeta a las minorías étnicas». A continuación menciona que la identidad de Letonia ha sido forjada, entre otros, por los «valores cristianos», y termina implorando: «Dios bendiga a Letonia».
La Constitución garantiza «la libertad de pensamiento, conciencia y religión», así como la separación entre Iglesia y Estado (artículo 99). El límite de esta libertad es cualquier acto que suponga una amenaza para «la seguridad, el bienestar, la moral públicos», o los derechos de los demás, aunque «también se pueden imponer restricciones a la expresión de creencias religiosas» (artículo 116). La libertad de expresión está garantizada y «la censura está prohibida» (artículo 100). El Estado protege y apoya el matrimonio, definido como «la unión entre un hombre y una mujer», así como «la familia, los derechos de los padres y los derechos del hijo» (artículo 110).
La Ley sobre Organizaciones Religiosas garantiza y define el derecho constitucional a la libertad de religión, que incluye las libertades de elegir, cambiar y expresar las creencias religiosas (artículo 2.2). La ley reconoce el derecho de los padres y tutores a educar a sus hijos de acuerdo con sus creencias religiosas (artículo 5.3). La ley también regula el registro de las organizaciones religiosas (artículo 5). Los grupos religiosos no están obligados por ley a registrarse, pero hacerlo les concede una serie de derechos y privilegios, entre los que se cuentan la personalidad jurídica para poseer propiedades (artículo 16), realizar transacciones económicas y proporcionar beneficios fiscales a sus donantes.
Los grupos religiosos registrados tienen permiso para realizar actividades religiosas en hospitales, cárceles y unidades militares (artículo 14.5). Con la aprobación de las autoridades locales, también pueden celebrar servicios en lugares públicos, como parques y plazas públicas (artículo 14.3). Los ocho grupos religiosos «tradicionales» reconocidos por la ley son: luteranos, católicos, cristianos ortodoxos letones, vétero-creyentes, baptistas, metodistas, adventistas del Séptimo Día y judíos. Estos ocho grupos son también los únicos representados en el Consejo Eclesiástico del Gobierno.
Para registrarse, el grupo religioso debe contar con un mínimo de 20 miembros mayores de 18 años inscritos en el censo de población (artículo 7.1). Los misioneros extranjeros solo pueden recibir el permiso de residencia, de celebrar reuniones o de hacer proselitismo si son invitados por un grupo religioso local (artículo 14.4). Las organizaciones registradas tienen que presentar anualmente un informe de actividades al Ministerio de Justicia (artículo 14.7).
Siguiendo el plan de estudios aprobado por el Ministerio de Educación, profesores luteranos evangélicos, católicos romanos, ortodoxos, vétero-creyentes y baptistas pueden impartir formación religiosa en la escuela pública (artículo 6.2) siempre y cuando haya un mínimo de 10 alumnos interesados (artículo 6.3). Los colegios públicos que atienden a las minorías nacionales también pueden dar educación religiosa de su credo (artículo 6.4). El presupuesto estatal financia la formación religiosa y ética (artículo 6.5).
Se considera delito la incitación al odio, la hostilidad, las amenazas o la violencia por motivos nacionales, étnicos, raciales o religiosos.
En 2016, el Ministerio de Justicia planteó una propuesta de ley para prohibir en público el velo islámico integral y otras prendas que cubren el rostro, y en 2017 el Consejo de Ministros manifestó su apoyo a dicha ley. Ese mismo año, la Comisión de Derechos Humanos emitió una sentencia oponiéndose a esta legislación, y nunca se llegó a presentar una primera lectura en el Parlamento. Está permitido el sacrificio halal y kosher, pero requieren un aturdimiento inmediato después de degollar al animal.
Incidentes y acontecimientos
Las autoridades letonas no comunicaron ningún delito de odio a la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (OIDDH) de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en 2021 ni en 2022, y los últimos datos sobre delitos de odio se presentaron en 2016.
Según el Informe sobre Libertad Religiosa Internacional 2021 de Estados Unidos, hubo incidentes de incitación al odio denunciados por diferentes organizaciones independientes. Se produjeron en internet, sobre todo en las redes sociales, y los grupos más atacados fueron los judíos y los musulmanes.
En septiembre de 2022, tras la invasión rusa de Ucrania, la Saeima, el órgano que ostenta el poder legislativo en Letonia, modificó la ley sobre la Iglesia ortodoxa letona ordenándole aceptar el estatuto de autocefalia, rompiendo así todos sus vínculos con Moscú. Este cambio se produjo tras las declaraciones de las autoridades de la Iglesia ortodoxa rusa en apoyo de la invasión, en particular las del patriarca Kirill. Ninguna otra Iglesia ortodoxa ha reconocido la autocefalia de la Iglesia letona proclamada en febrero de 2023.
Ha sido esta una decisión controvertida, ya que muchos consideraron que constituía una injerencia del Estado en los asuntos de la Iglesia y una violación de la separación entre Iglesia y Estado consagrada en la ley. Dado que la cuestión de la autocefalia corresponde al Derecho Canónico y no al Derecho estatal, algunos se han preguntado si la decisión es válida. El Patriarcado de Moscú aún no ha respondido a la petición de las autoridades letonas de aceptar la autocefalia, pero el presidente del departamento del Patriarcado de Moscú para la administración de las eparquías en los países vecinos, el metropolita Pavel, declaró que «las enmiendas realizadas el 8 de septiembre de 2022 por la Saeima de la República de Letonia a la ley “Sobre la Iglesia Ortodoxa de Letonia” respecto a su “autocefalia” han sido adoptadas sin el consentimiento de la Iglesia, son de naturaleza exclusivamente legal y se refieren únicamente al estatus legal de la Iglesia en Letonia, que fue anunciado el 9 de septiembre de 2022 por el servicio de prensa de la Iglesia ortodoxa letona».
La Iglesia católica ha mantenido su actividad en condiciones normales, y está llevando a cabo un plan para completar y publicar una traducción del Breviario a la lengua letona. Además, la Iglesia católica ha mostrado su apoyo a Ucrania desde que se produjo la invasión y ha organizado numerosas actividades para recaudar fondos, dirigidas a menudo por la Iglesia greco-católica ucraniana.
La Liga de Acción y Protección publicó un informe sobre el antisemitismo en Letonia que mostraba que, entre 1000 encuestados, el 6% sentía una fuerte animadversión hacia los judíos, mientras que el 11% de ellos declaraba tener sentimientos antisemitas moderados.
Futuro de la libertad religiosa
Durante el período estudiado en este informe no se han producido restricciones gubernamentales significativas, nuevas o mayores, a la libertad religiosa. La reciente crisis relacionada con la invasión rusa de Ucrania ha elevado las tensiones, lo que ha llevado al Estado a intervenir en los asuntos de la Iglesia, hecho que se considera una violación de la separación entre Iglesia y Estado recogida en la Constitución. Por lo demás, la situación general de la sociedad sigue siendo estable y las perspectivas en cuanto al derecho a la libertad religiosa parecen positivas.