Marco legal sobre libertad religiosa y su aplicación efectiva
El Ministerio del Interior de Esuatini supervisa la vida religiosa del país. Las comunidades tienen que registrarse a través de alguna de las tres asociaciones nacionales sin filiación religiosa concreta: la Liga de Iglesias (que reúne a las iglesias sionistas africanas y a otras iglesias independientes), la Conferencia de Iglesias de Esuatini (que representa a las iglesias evangélicas) o el Consejo de Iglesias de Suazilandia (donde figuran católicos, luteranos, anglicanos, menonitas y metodistas). Estas tres organizaciones colaboran, además, en proyectos de desarrollo rural y en asuntos generales.
Una vez que un grupo religioso recibe la recomendación de una de estas tres organizaciones, puede registrarse en el Ministerio de Comercio e Industria. Para el registro de los grupos religiosos indígenas y los no cristianos, basta con que demuestren que cuentan con «un líder religioso, una congregación y un lugar de culto». El registro proporciona exenciones fiscales; sin embargo, las contribuciones a estos grupos no son deducibles.
La formación religiosa es obligatoria tanto en la escuela primaria como en la secundaria. En enero de 2017, se publicó un decreto que obligaba a los colegios públicos a enseñar exclusivamente cristianismo. Esta decisión, que resultó controvertida y suscitó una fuerte oposición, sigue vigente. En las escuelas solo se permite la existencia de grupos juveniles religiosos cristianos. Entre las festividades oficiales nacionales se cuentan el Viernes Santo, el Lunes de Pascua, el día de la Ascensión y el día de Navidad.
El Gobierno y la familia real financian muchas actividades religiosas cristianas. La radio y la televisión estatales emiten gratuitamente programas religiosos cristianos, beneficio que se niega a los grupos no cristianos.
Los negocios musulmanes pueden cerrar en los días sagrados islámicos y los empleados musulmanes tienen permiso para no acudir a trabajar en sus festividades religiosas. No obstante, ni los estudiantes musulmanes ni otros estudiantes no cristianos pueden ausentarse de las clases durante el horario escolar por este motivo.
Los líderes musulmanes se han quejado de que los funcionarios del Gobierno y los cristianos suazis discriminan a su comunidad (que es mayoritariamente de origen sudasiático), y se dice que la policía local vigila las mezquitas .
Incidentes y acontecimientos
En mayo de 2021 estallaron protestas en defensa de la democracia en Mbabane, la capital, y Manzini, la ciudad más grande del país, que exigían al Rey Msuati III que modernizara y democratizara el sistema político. En junio, las protestas se volvieron violentas; unas 46 personas murieron durante los disturbios y 245 resultaron heridas por disparos de miembros de las fuerzas armadas de Esuatini.
En el momento de mayor virulencia, fueron atacados muchos negocios de propiedad musulmana, lo que llevó a algunos musulmanes a abandonar el país. Se calcula que en enero de 2022 habían huido más de 6000 musulmanes. Según algunos críticos, la familia real suazi ha perdido cierto apoyo popular y ha perjudicado su propia imagen al tomar la decisión de reprimir las protestas.
Mons. José Luis Ponce de León, obispo de Manzini, único obispo católico de Esuatini, hizo un llamamiento a la calma y al diálogo para apaciguar la situación. También exigió el restablecimiento de Internet, que el Gobierno había cortado de forma intermitente en octubre de 2021 para controlar el movimiento de protesta. El 5 de abril de 2022, el Consejo de Iglesias de Suazilandia emitió una declaración en la que expresaba su preocupación ante «una nueva cultura de desconfianza e intolerancia». Como institución independiente, el Consejo anunció su intención de mediar y fomentar el diálogo entre todas las partes. También el papa Francisco hizo un llamamiento a las autoridades para que buscaran una solución pacífica y un espacio para la reconciliación y el diálogo.
Futuro de la libertad religiosa
El cristianismo goza de una posición privilegiada; un ejemplo de ello es la obligación de enseñar la religión cristiana en la escuela pública, lo que convierte a Esuatini en el único país que aplica esta política en el continente africano. Ello ha provocado el resentimiento de otros grupos. Por otro lado, el miedo al islam y la discriminación contra los musulmanes también están presentes. Cuando estalló la violencia entre mayo y junio de 2021, los negocios regentados por musulmanes se convirtieron en el punto de mira, si bien el origen y la raza también influyeron, ya que la mayoría de los musulmanes de Esuatini son de origen sudasiático.
Aunque las perspectivas para la libertad religiosa no han variado en este período, son preocupantes las recientes protestas que incitan a la violencia contra las minorías religiosas y requerirán mediación para que no se conviertan en una tendencia.