Marco legal sobre libertad religiosa y su aplicación efectiva
La Constitución de la República de Corea (Corea del Sur), promulgada en 1948 y revisada en 1987, garantiza la libertad de conciencia (artículo 19) y la libertad de religión (artículo 20) a todos los ciudadanos. Estipula que no habrá discriminación por motivos religiosos en la vida política, económica, social o cultural. No se reconoce ninguna religión de Estado y el artículo 20 defiende oficialmente el principio de separación entre la Iglesia y el Estado.
Las libertades constitucionales solo se pueden restringir por ley en caso necesario por motivos de seguridad, ley y orden, o de bienestar público, y ninguna limitación puede violar el «carácter esencial» de la libertad (artículo 37.2).
La ley no obliga a las comunidades religiosas a registrarse; desde el punto de vista organizativo, son plenamente autónomas y pueden registrarse como personas jurídicas con permiso de las autoridades locales. Los documentos de registro que certifican la condición de grupo religioso pueden variar dependiendo de los reglamentos locales.
Para ser reconocidos, los grupos religiosos con bienes valorados en más de 300 millones de wones (260 000 dólares estadounidenses) tienen que hacer público su reglamento interno, definir sus fines, especificar sus actividades, aportar las actas de la reunión constituyente y proporcionar una lista de dirigentes y personal.
En la escuela pública no se puede impartir clase de religión, pero los colegios privados tienen plena libertad para hacerlo. Las únicas fiestas religiosas oficiales son la Navidad y el cumpleaños de Buda.
Conforme a la legislación surcoreana, todos los varones surcoreanos sanos de entre 20 y 30 años tienen la obligación de realizar el servicio militar que dura entre 21 y 24 meses dependiendo del servicio asignado, sin exención por objeción de conciencia. En 2018 los Tribunales Supremo y Constitucional revocaron esta norma al determinar que hay que ofrecer un servicio alternativo a los objetores de conciencia. En diciembre de 2019, la Asamblea Nacional del país aprobó una ley en la que se esbozaba dicha alternativa; esta nueva ley obliga a los objetores a trabajar durante tres años en centros penitenciarios.
Según el informe de 2021 sobre libertad religiosa internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos, se aprobaron 1292 solicitudes de servicios alternativos, pero hubo tres casos de testigos de Jehová condenados a penas de 18 meses de prisión.
Incidentes y acontecimientos
El 9 de marzo de 2022, Yoon Suk-yeol, del Partido del Poder Popular, de corte conservador, fue elegido presidente en una de las elecciones más reñidas de la historia de Corea del Sur. En su primer discurso en el cargo, en mayo de 2022, destacó la importancia del valor fundamental de la libertad añadiendo que, «es “primordial” para Corea del Sur y para otros países que comparten el valor de la democracia liberal hacer frente a múltiples desafíos en todo el mundo». También se comprometió a «llamar la atención» a Corea del Norte por sus diversos abusos y violaciones de los derechos humanos, señalando que ignorar esto no había funcionado en el pasado.
Nuevas cifras sobre el crecimiento de la Iglesia católica en Corea del Sur revelan que el número de sus miembros se ha estabilizado en torno al 11,3% de la población. Disminuyen los bautismos y las vocaciones, y aumenta la edad media de los fieles. En años anteriores, el número de miembros de la Iglesia católica había ido aumentando de forma constante. Sin embargo, la Iglesia católica coreana tiene más de mil misioneros en todo el mundo.
El 24 de noviembre de 2022, el Tribunal Constitucional determinó que es inconstitucional obligar a los soldados alistados a participar en actividades religiosas. A pesar de la decisión judicial, el ejército insistió en que la fe religiosa contribuye en gran medida al poder de combate del ejército.
A finales de 2022, el Gobierno tailandés se negó a renovar los visados de turista de los miembros de la perseguida «Iglesia del Mayflower». Estos últimos huyeron de China en 2019 con destino a Corea del Sur, donde se les denegó el asilo. En marzo de 2023, las ONG ChinaAid y Freedom Seekers International seguían trabajando para obtener el permiso del Gobierno para reasentar a estas personas en Estados Unidos, pero si esto fracasa, todos ellos podrían enfrentarse a un regreso forzoso a China, lo que podría dar lugar a duras persecuciones y encarcelamiento.
Los musulmanes de la ciudad de Daegu sufren intolerancia religiosa desde el año 2020 en que obtuvieron la licencia para construir una mezquita. El último incidente ocurrió en diciembre de 2022, cuando un grupo de vecinos asó un cerdo entero cerca de las obras de construcción de la mezquita, lo que provocó un enfrentamiento con los residentes musulmanes, entre ellos un paquistaní al que acusaron de agresión.
Los días 5 y 6 de diciembre de 2022, un grupo interreligioso, la Conferencia Religiosa Coreana por la Paz, celebró un seminario público titulado «Islam: Aproximación a la convivencia pacífica y al futuro» para fomentar el diálogo entre las principales religiones de Corea y el islam, y tratar de erradicar así la islamofobia en el país. Se calcula que en Corea del Sur hay unos 200 000 musulmanes.
Futuro de la libertad religiosa
Corea del Sur es una democracia consolidada que cuenta con salvaguardias constitucionales para la libertad de religión o creencia. A pesar de algunas cuestiones polémicas, el historial del país en materia de protección de la libertad de religión o de creencias es bueno. Por tanto, las perspectivas para el futuro siguen siendo positivas.