Marco legal sobre libertad religiosa y su aplicación efectiva
En 1995, tras tres años de guerra, se firmó en Dayton (Estados Unidos) el Acuerdo Marco General para la Paz en Bosnia-Herzegovina que constituyó a Bosnia y Herzegovina como una confederación de facto entre ambas entidades, mayoritariamente católica y musulmana, en las zonas oriental y central del país, y la República Srpska (serbia), mayoritariamente ortodoxa, en el norte y el este. Las dos regiones principales tienen presidente, Gobierno, Parlamento y Policía propios. Una tercera entidad, el Distrito Brčko, al nordeste de Bosnia-Herzegovina, es una unidad administrativa establecida en 1999, gestionada por las otras dos entidades.
El Gobierno central tiene una presidencia rotatoria de tres miembros (artículo V). El anexo IV de los Acuerdos de Dayton impone la redacción de la Constitución de Bosnia-Herzegovina.
La mayor parte de los ciudadanos se identifica con uno de los tres grupos étnicos principales del país: croatas católicos, serbios ortodoxos y bosnios musulmanes. Según el último censo (2013), los bosnios representan el 50,1% de la población, los serbios el 30,8%, los croatas el 15,4% y otros el 3,7%.
En Bosnia- Herzegovina la Iglesia y el Estado están separados conforme al artículo 14 de la Ley de 2004 sobre Libertad de Religión y Posición de las Iglesias y Comunidades Religiosas en Bosnia Herzegovina.
La ley establece la libertad de religión (artículo 4.1), garantiza la personalidad jurídica de las Iglesias y comunidades religiosas (artículo 2.3) y prohíbe cualquier forma de discriminación contra cualquier grupo religioso (artículo 2.1). También sienta las bases de las relaciones entre el Estado y los grupos religiosos (capítulo IV).
El artículo 16.1 exige que el Ministerio de Justicia guarde un registro de todos los grupos religiosos, a la vez que encarga al Ministerio de Derechos Humanos y Refugiados documentar las violaciones de la libertad religiosa. La ley reconoce cuatro comunidades religiosas e Iglesias tradicionales: la comunidad islámica, la Iglesia ortodoxa serbia, la Iglesia católica romana y la comunidad judía (artículo 8.2).
Según esta ley, cualquier grupo con un mínimo de 300 miembros adultos se puede registrar y ser reconocido como una nueva Iglesia o comunidad religiosa presentando un escrito al Ministerio de Justicia (artículo 18.1 y 2). Este Ministerio tiene que emitir una decisión en el plazo de 30 días desde la solicitud y, en caso de denegación, se puede presentar un recurso al Consejo de Ministros.
La ley confirma el derecho de todos los ciudadanos a la educación religiosa. Los representantes oficiales de las distintas Iglesias y comunidades religiosas son los responsables de la enseñanza de la asignatura de Estudios Religiosos en todos los centros educativos, tanto públicos como privados, desde preescolar y primaria hasta los estudios superiores (artículo 4.1).
El 19 de abril de 2006 se firmó el Acuerdo Básico entre la Santa Sede y Bosnia-Herzegovina que entró en vigor el 25 de octubre de 2007. Este acuerdo reconoce la personalidad jurídica pública de la Iglesia católica (artículo 2) y garantiza una serie de derechos, entre ellos el de fundar colegios (artículo 14.1) y centros de beneficencia (artículo 17.1) y el de impartir formación religiosa en todos los colegios (artículo 16.1); además, reconoce oficialmente los principales días festivos católicos (artículo 9.1). El acuerdo también incluye la creación de una comisión conjunta para tratar otras cuestiones (artículo 18.2). Sin embargo, durante el último período estudiado, el Gobierno no restableció la comisión mixta tras el cambio de Gobierno. En este mismo período, tampoco restableció la comisión mixta con la Iglesia ortodoxa serbia.
El 6 de enero de 2010, la Comunidad Islámica presentó un anteproyecto de ley para establecer un acuerdo con el Estado. El Consejo de Ministros lo aprobó en 2015 y lo envió a Presidencia para su aprobación definitiva, pero aún no ha entrado en vigor. Durante el período estudiado en este informe, el nuevo Gobierno aún no ha tomado el acuerdo en consideración.
Bajo el Gobierno comunista, el Estado se incautó de propiedades que las Iglesias y comunidades religiosas poseían y gestionaban. La ley sobre libertad religiosa lo constata (artículo 12.3) y reconoce el derecho de las comunidades religiosas a la restitución de los bienes expropiados. A diferencia de otras antiguas repúblicas yugoslavas, el Parlamento de Bosnia-Herzegovina aún no ha legislado sobre esta cuestión pese a las peticiones de la Unión Europea. Por el momento se han devuelto muy pocos bienes a las distintas comunidades. Durante el período estudiado en este informe no se han producido avances en los intentos de adoptar una legislación que facilite la restitución.
La fundación de un Consejo Interreligioso en 1997 constituyó un punto de inflexión en la historia religiosa del país. Actualmente activo, el Consejo aspira a proporcionar unas bases auténticas para el mutuo aprecio y cooperación, así como para la libertad en el país.
Incidentes y acontecimientos
El estrecho vínculo que existe en Bosnia-Herzegovina entre identidad religiosa y etnia hace que a menudo sea difícil distinguir entre la animadversión étnica y la religiosa. Durante el período estudiado en este informe se han seguido produciendo casos de delitos de odio basados en la religión o la etnia con una frecuencia preocupante.
En 2021, el Consejo Interreligioso de Bosnia y Herzegovina registró 23 actos de vandalismo contra edificios religiosos y tres agresiones a representantes de grupos religiosos, pero afirmó que el número real de incidentes probablemente sea mucho mayor. Entre los ataques denunciados por el Consejo figuran los siguientes: disparos contra la mezquita de Aladza, en Foca, en febrero; pintadas anticristianas en los muros de la iglesia de San Antonio, en Bihac, en mayo; vandalismo contra la iglesia ortodoxa de la Anunciación de la Santa Madre de Dios y contra sepulturas religiosas cerca de Kupres, en agosto; rotura de una ventana y pintadas en el muro de una mezquita y en el cementerio musulmán de Prozoru, en septiembre; profanación de la iglesia de San Elías de Trebevic, también en septiembre; en el mes de diciembre se registraron los siguientes sucesos: amenazas contra una familia católica y destrucción de su piso en Porodici; asalto a una capilla en el asentamiento de Stup, en Sarajevo; vandalismo contra una mezquita en Trebinje; pintadas de incitación al odio en Prijedor; saqueo y profanación de la iglesia de Santa Bárbara en Vares; y actos de vandalismo contra mezquitas cerca de Bugojna y Gornji Vakuf-Uskoplje.
La base de datos de delitos de odio de la OSCE indica que en 2021 la policía denunció 15 delitos de este tipo cometidos contra cristianos (en su mayoría amenazas y daños a la propiedad), 11 delitos de odio contra musulmanes (siendo la mayor parte de ellos amenazas e incitación a la violencia), un delito de odio antisemita consistente en un comportamiento amenazador, y un delito de odio contra una religión o creencia no especificada. Otras fuentes de Bosnia-Herzegovina informaron de que en 2021 se habían producido 34 incidentes de odio contra musulmanes, 25 contra cristianos y cinco antisemitas. La mayor parte de los incidentes fueron actos de vandalismo o pintadas, en varias ocasiones de cruces gamadas.
La Comisión Europea informó además de que en 2021 se registraron 134 incidentes de odio por motivos étnicos y se pronunciaron ocho condenas. Además, en 2021 se presentaron 70 denuncias y se dictaron 11 sentencias, ocho de ellas condenatorias, por incitación al odio.
La comunidad judía de Bosnia-Herzegovina también informó del aumento significativo de escritos antisemitas en línea durante el período estudiado en este informe.
Aunque el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha remitido al Gobierno de Bosnia-Herzegovina varios casos de tensiones regionales y étnicas, ninguno de ellos está directamente relacionado con la libertad religiosa. Durante el período estudiado en este informe, el Tribunal no ha pronunciado sentencias desfavorables contra Bosnia-Herzegovina en el ámbito de la libertad religiosa.
Muchos combatientes musulmanes extranjeros que entraron durante la guerra civil de los años 90 para luchar junto a los musulmanes bosnios nunca se marcharon. Suele tratarse de wahabíes, muy conservadores, que reciben financiación de fundaciones benéficas saudíes. Esto ha provocado disputas y enfrentamientos entre los musulmanes locales, más moderados, y los forasteros, con visiones más radicales del islam.
También siguen preocupando otras fuentes de opinión islamistas radicales. El regreso a Bosnia-Herzegovina de combatientes bosnios que se habían unido al grupo Estado Islámico preocupa por la relación contradictoria que se ha producido entre la ley y la nacionalidad de los combatientes. En enero de 2020, la Presidencia del Estado decidió permitir que sus ciudadanos volvieran a casa. Al mismo tiempo, en virtud de una ley que tipifica la participación en guerras extranjeras como delito, los tribunales locales han juzgado y condenado desde enero de 2020 a 26 combatientes bosnios del Estado Islámico.
Aunque la migración masiva y las cuestiones fronterizas eran un problema importante durante el último período estudiado, recientemente la Comisión Europea ha elogiado a Bosnia-Herzegovina por sus políticas de gestión de la migración, que incluyen una mejor coordinación local e internacional. No obstante, la Comisión reconocía que aún quedaba mucho por hacer.
En el llamamiento de la Comisión Iustitia et Pax de la Conferencia Episcopal de Bosnia-Herzegovina con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos (10 de diciembre de 2021), los obispos afirmaron:
«Bosnia-Herzegovina es uno de los pocos países de Europa sin Ley de Restitución de la Propiedad. Durante mucho tiempo, la propiedad confiscada en base a las leyes injustas promulgadas durante la época del sistema político socialista-comunista se ha vendido y comprado, con frecuencia sin contar con sus legítimos propietarios. La desorganización de las directivas legales en este ámbito también está relacionada con la cuestión de la nueva Ley de Entidades sobre el Ordenamiento Territorial y el Catastro. Conforme a esta Ley, la tierra y la propiedad se registran a nombre del usuario actual o de la propiedad social (municipal, ciudad) estableciendo simplemente la situación de hecho, sin que se tenga en cuenta si una propiedad determinada había sido confiscada o nacionalizada previamente o si durante la última guerra se expulsó o desalojó a sus propietarios».
Algunos medios de comunicación han afirmado erróneamente que el caso U 9/21, resuelto el 2 de diciembre de 2021, se refería a la prohibición militar del velo y el Tribunal Constitucional consideró necesario aclararlo. En enero de 2020, Emela Mujanovic, miembro de las fuerzas armadas bosnias, interpuso una demanda contra el Ministerio de Defensa por su negativa a permitirle llevar hiyab estando de servicio. El Tribunal Constitucional adoptó la medida extraordinaria de emitir un comunicado de prensa aclarando que el caso U 9/21 versaba exclusivamente sobre el derecho a llevar barba en el ejército.
El 9 de enero de 2022, en la República Srpska, con motivo del Día de la República, que coincide con una festividad ortodoxa serbia, se registraron en la región numerosos casos de amenazas y discursos de odio contra los bosnios.
El 9 de mayo de 2022, la Conferencia Episcopal de Bosnia-Herzegovina publicó un Memorándum sobre la necesidad de establecer la justicia y la armonía social y sobre el estado actual de la Iglesia católica y del pueblo croata en Bosnia-Herzegovina en el que reseña una serie de problemas relacionados con la libertad religiosa:
«En el ámbito de las relaciones de las autoridades estatales con la Iglesia católica y con otras comunidades religiosas hay numerosas cuestiones sin resolver, entre ellas la pastoral de la salud, la pastoral de los servicios policiales y de las prisiones, la cuestión de los días no laborables durante las fiestas religiosas, el seguro de enfermedad para los miembros de la Iglesia, la ley sobre la devolución de bienes confiscados, la compensación por el uso de bienes confiscados, una política fiscal poco clara en relación con las actividades sin ánimo de lucro de las personas jurídicas eclesiásticas, el método de financiación de las escuelas e instituciones eclesiásticas de beneficencia, la cuestión del funcionamiento de las instituciones de beneficencia, la inseguridad jurídica de los bienes entregados a la Iglesia para su uso exclusivo, la impugnación de los permisos de construcción de edificios eclesiásticos, etc.»
En mayo de 2022, en respuesta a los esfuerzos de la República Srpska por distanciarse de la supervisión nacional, el Tribunal Constitucional determinó que las entidades de Bosnia-Herzegovina no tienen derecho a retirarse unilateralmente de los acuerdos existentes con el fin de transferir competencias específicas al nivel estatal. El líder serbobosnio, Milorad Dodik, ha prometido desobedecer la orden. Además, los esfuerzos para formar gobierno se han visto obstaculizados por la negativa del principal partido croata (HDZ B-H) a aceptar las necesarias reformas de la ley electoral, lo que ha provocado la inestabilidad de las instituciones nacionales.
Durante 2022, la Agencia de Prensa Católica de la Conferencia Episcopal de Bosnia-Herzegovina informó de varios robos y ataques a edificios de la Iglesia, entre los que se pueden citar a modo de ejemplo: en Bania Luka, un robo en los locales de la oficina parroquial; en Kakanj, fueron dañados monumentos, cruces y pinturas de la capilla del cementerio; en Drijenča, seis de las catorce estaciones del vía crucis sufrieron daños.
En junio de 2022, fueron destruidos 700 monumentos con inscripciones en una zona del cementerio de Mostar en un acto de vandalismo a gran escala.
El Consejo de Europa confirmó su disposición a conceder a Bosnia-Herzegovina el estatuto de país candidato a la adhesión a la Unión Europea en junio de 2022.
Futuro de la libertad religiosa
Bosnia-Herzegovina es un país profundamente dividido y dista mucho de ser económica y políticamente estable. En un país en el que la identidad étnico-religiosa es tan importante (razón de las divisiones en este sentido) es poco probable que los derechos humanos, entre ellos la libertad religiosa, puedan florecer en los próximos dos años. Por ejemplo, una encuesta de las Naciones Unidas indicaba que el 90% de los encuestados de todos los grupos étnicos y religiosos manifestaban sentirse orgullosos de su identidad religiosa.
Los incidentes ocasionados por el celo étnico, sobre todo el de los líderes políticos de la República Srpska, están provocando una mayor inestabilidad en el país. Como la religión está tan estrechamente ligada a la etnia y el recuerdo nacional de la guerra de Bosnia aún está fresco, las perspectivas para la libertad religiosa siguen estando íntimamente ligadas a la estabilidad política y social, que debe mantenerse bajo observación.