El artículo 41 de la Constitución de Armenia proclama que «toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión. Este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o creencias y la libertad de manifestar dicha religión o creencias individual o colectivamente, en público y en privado, a través de la enseñanza, las ceremonias en templos y otros ritos de culto, o de cualquier otra forma».
De acuerdo con esto, la sección 3 del artículo 4 establece que «todo ciudadano cuyo servicio militar contradiga su religión o creencias tendrá derecho a sustituirlo por un servicio alternativo en la forma estipulada en la ley». En 2018, el Gobierno armenio modificó su legislación para proporcionar un servicio civil alternativo de duración no disciplinaria para los objetores de conciencia. Esto ha ocurrido tras años de litigios en los que estaban involucrados los testigos de Jehová, en concreto dos casos legales contra Armenia en la Gran Sala del Tribunal Europeo: Bayatyan contra Armenia en 2011, y Adyan y otros contra Armenia, en 2017.
El artículo 17 (1-2) de la Constitución establece que «la libertad para las actividades de las organizaciones religiosas estará garantizada en la República de Armenia» y que «las organizaciones religiosas estarán separadas del Estado».
Aunque el registro no es obligatorio para los grupos religiosos, sin él carecen de los medios legales para poseer o alquilar propiedades, así como para realizar actividades religiosas y de otro tipo con regularidad.
El artículo 18 (1-2) de la Constitución reconoce a la Iglesia apostólica armenia como Iglesia nacional subrayando la «misión exclusiva» que tiene «en la vida espiritual, el desarrollo de la cultura nacional y la preservación de la identidad nacional del pueblo de Armenia». El mismo artículo estipula que «las relaciones entre la república de Armenia y la Iglesia apostólica armenia será regulada por ley».
La Iglesia apostólica armenia tiene derecho a designar representantes en diversas instituciones como internados, hospitales, orfanatos, unidades militares y prisiones; otros grupos religiosos deben pedir permiso para acceder a dichas instituciones. Además, esta Iglesia tiene libertad para difundir su mensaje sin injerencia del Estado y colabora en la elaboración de los libros de texto escolares, la formación del profesorado y el desarrollo de las asignaturas de Historia de la Iglesia Armenia. También puede proporcionar formación religiosa extracurricular en la escuela pública.
La Ley de la República de Armenia sobre Libertad de Conciencia y Organizaciones Religiosas de 1991 es una fuente adicional de legislación en relación con la libertad religiosa en el país. El artículo 3 (7) de esta ley dispone que los grupos religiosos registrados pueden ejercer los siguientes derechos: «reunir a sus fieles en torno a ellos», «satisfacer las necesidades religioso-espirituales de sus fieles», «celebrar servicios, ritos y ceremonias religiosos», «emprender estudios teológicos, religiosos, históricos y culturales», «formar miembros del clero o personas con fines científicos y pedagógicos», «obtener y utilizar objetos con significado religioso», «hacer uso de los medios de comunicación conforme a la ley», «establecer vínculos con organizaciones religiosas de otros países» y «realizar labores benéficas». Por otro lado, el proselitismo está explícitamente prohibido cuando no se ciñe a las actividades mencionadas. Esta ley otorga un tratamiento preferente a la Iglesia apostólica armenia, lo que ha provocado recelos en las demás comunidades religiosas.
En marzo de 2018, el Consejo de Europa elevó estas preocupaciones en consonancia con sus esfuerzos por adaptar la legislación de Armenia, sus instituciones y sus prácticas a las normas de la Unión Europea en materia de derechos humanos. La valoración del Consejo señaló que no se declaraba explícitamente el carácter no obligatorio del registro estatal para las organizaciones religiosas. Recomendaba «garantizar que los privilegios de los que disfruta la Iglesia apostólica armenia estén objetivamente justificados y, por tanto, no sean discriminatorios».
Respecto a la asignatura de Historia de la Iglesia Armenia que se imparte en la escuela pública, algunos grupos de la sociedad civil y de la minoría religiosa alegan que su contenido discrimina a las religiones minoritarias. Mientras la ley exige una educación pública laica, la asignatura de Historia de la Iglesia Armenia forma parte del plan de estudios de la escuela pública. Conforme a la legislación actual, la Iglesia apostólica de Armenia tiene derecho a participar en el desarrollo de la programación didáctica. Más aún, la asignatura es obligatoria, a los alumnos no se les permite solicitar la exención y no se ofrecen alternativas a los que pertenecen a otras religiones o no tienen religión.
En junio de 2018, el grupo de iniciativas de Nueva Armenia, Nuevo Patriarca, del que forman parte activistas laicos y dos antiguos miembros del clero de la Iglesia apostólica armenia, pidió la dimisión de Karekin II, patriarca supremo y catholicós de todos los armenios. Como parte de su protesta, impidieron el paso al vehículo del catholicós en el complejo monástico de Gndevank en la región de Vayots Dzor, insultándole y amenazándole con encerrarle en el monasterio.
El primer ministro Pashinyan consideró que el problema era un asunto interno de la Iglesia e instó a las partes a encontrar una solución entre ellos, pero pidió a la policía que investigase el incidente. La policía no presentó cargos porque no había amenazas contra la vida del catholicós. Sin embargo, en otro incidente, el mismo grupo de activistas se coló en la residencia privada del catholicós. En este caso, las fuerzas de orden público sacaron a los manifestantes a los tres días. Posteriormente, la protesta se trasladó al centro de Ereván.
En diciembre de 2017 detuvieron a Edward Manasyan, un destacado miembro de la comunidad bahaí, que permaneció detenido hasta julio de 2018 cuando quedó en libertad bajo fianza.
Actualmente viven en Armenia alrededor de 35 000 yazadíes, muchos de ellos refugiados iraquíes. Desde enero de 2016, el Gobierno armenio ha aportado 100 000 dólares estadounidenses a ACNUR para colaborar en el reasentamiento en Armenia de los que abandonaron Sinyar, en el norte de Irak.
En septiembre de 2019 se abrió oficialmente una segunda casa de culto yazidí en Armenia, el templo de Malek Taus y los Siete Ángeles en Aknalich. Muchos yazidíes viven al margen de la sociedad armenia. A pesar de la objeción de los padres, todos los niños yazidíes que van a colegios mixtos deben acudir a las clases de religión cristiana.
Como país étnicamente diverso, Armenia tiene una profunda vinculación histórica con el judaísmo. Armenia alberga a unos 500 judíos, concentrados casi en su totalidad en Ereván, donde se encuentra la única sinagoga del país. Los niños pueden asistir a las clases de religión y tienen un conjunto vocal llamado Keshet. Los judíos de Armenia pueden practicar el judaísmo libremente y viven con una relativa seguridad, a pesar de algunas denuncias de antisemitismo. No obstante, en enero de 2020, la presidenta de la comunidad judía de Armenia, Rima Varzhapetyan-Feller, afirmó que «confía en que en Armenia nunca ha habido, ni habrá, manifestaciones de antisemitismo».
La pandemia de COVID-19 alcanzó Armenia en marzo de 2020. Al principio, el catholicós Karekin II emitió un comunicado con siete instrucciones para prevenir la propagación del virus durante los servicios religiosos. Ordenó que todas las celebraciones religiosas se llevaran a cabo a puerta cerrada sin la participación de los fieles y, de ser posible, se retransmitieran por internet. Las bodas se suspendieron y se recomendó limitar el número de acompañantes en los funerales.
En el momento de redactar este informe, no se ve el final al conflicto entre Azerbaiyán y Armenia sobre el territorio en disputa de Nagorno-Karabaj. A pesar de acuerdos anteriores de cese el fuego, las tensiones volvieron a aflorar en octubre de 2020 con nuevos combates y miles de muertos.
Ese mismo mes fue bombardeada la catedral de Cristo Salvador (Ghazanchetsots), del siglo XIX, en Shusha, un lugar emblemático de la Iglesia apostólica armenia, y resultó parcialmente destruida.
La importancia oficial de la Iglesia apostólica armenia en el país ha suscitado preocupación con respecto a la libertad religiosa. Tras la revolución armenia de 2018, liderada por el actual primer ministro Nikol Pashinyan, se ha desarrollado una voluntad más firme de ser más inclusivos y acogedores con las minorías religiosas perseguidas.
Se espera que el Plan de Acción para Armenia del Consejo de Europa para 2019-2022 sirva como instrumento estratégico para armonizar la legislación, las instituciones y las prácticas de Armenia con las normas de la Unión Europea en materia de derechos humanos, el Estado de Derecho y democracia entre las que está incluida la libertad religiosa.
Varios partidos políticos armenios de todo el espectro ideológico se han comprometido a promover la consolidación democrática en interés del pueblo armenio, que se espera que se vea apoyado por el Plan de Acción.
Cuando Armenia consiguió un puesto en el Consejo de Derechos Humanos para el período 2020-2022 aprobado por 144 países, hubo más motivos para el optimismo. Mirando hacia el futuro, esto puede servir como una oportunidad para impulsar los esfuerzos para garantizar el respeto a la libertad de religión o creencias en Armenia. En palabras del primer ministro Nikol Pashinyan, la elección es «una señal de confianza de la comunidad internacional, especialmente en el ámbito de los derechos humanos».
Sin embargo, en el momento de redactar este informe, se mantienen las preocupaciones relativas al conflicto con Azerbaiyán y las consecuencias que podrá tener para la estabilidad de la región y, en consecuencia, de los derechos humanos.
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