Marco legal sobre libertad religiosa y su aplicación efectiva
Según la Constitución de Irak , el islam es la religión oficial del Estado y la «fuente principal de la legislación». Conforme al artículo 2.1, está prohibido promulgar leyes contrarias al islam, a los principios de la democracia y a los derechos y libertades fundamentales que recoge la Constitución. El artículo 2.2 protege por igual la identidad islámica de la mayoría de los iraquíes y los derechos religiosos de los cristianos, los yazidíes y los sabeos mandeos.El artículo 4 establece que los iraquíes tienen derecho a «enseñar a sus hijos en sus lenguas maternas, como la turcomana, la siriaca y la armenia, en las instituciones educativas públicas, conforme a las instrucciones pedagógicas, así como en cualquier otra lengua en las instituciones educativas privadas».Están prohibidos el racismo, el terrorismo y el takfir (acusar a otro musulmán de apostasía), de acuerdo con el artículo 7. El Estado tiene el deber, según el artículo 10, de mantener y proteger «los santuarios y los lugares de culto», así como «la libre práctica de los ritos en ellos».El artículo 14 garantiza la igualdad ante la ley «sin discriminación por razón de sexo, raza, etnia, procedencia, nacionalidad, origen, color, religión, confesión, creencia u opinión, o estatus socio-económico». Según el artículo 37, el Estado está obligado a proteger a toda persona «de la coacción intelectual, política y religiosa».La ley regula el estatus personal conforme a las distintas «religiones, confesiones, creencias o elecciones», según el artículo 41. Y el artículo 42 establece que «toda persona goza de la libertad de pensamiento, conciencia y creencia».El artículo 43.1 dispone que los iraquíes son libres de practicar los ritos religiosos y de administrar las instituciones y donaciones (waqf) según «determine la ley». De igual modo, el Estado «garantiza la libertad de culto y la protección de los lugares de culto» conforme al artículo 43.2.Los musulmanes no se pueden convertir a otras religiones . De acuerdo con el artículo 372 del Código Penal de Irak de 1969, insultar las creencias, las prácticas, los símbolos religiosos o a individuos considerados santos, venerables u honorables puede sancionarse con multas o con penas de prisión de hasta tres años .La ley establece que nueve escaños de los 329 del Consejo de Representantes (la Cámara baja del Parlamento) están reservados a miembros de los grupos minoritarios. Así, Bagdad, Nínive, Kirkuk, Erbil y Dohuk tienen cada uno de ellos un escaño reservado para un cristiano; otro para un yazidí, otro para un sabeo mandeo, uno para un chabaquí y el último para un kurdo failí de Wasit .Incidentes
A. Gobierno centralDurante el período estudiado en este informe, el Gobierno central ha tomado una serie de medidas dirigidas a avanzar en la islamización de la sociedad iraquí. El 23 de octubre de 2016, la coalición chií del Estado de derecho presentó en el Parlamento un proyecto de ley para prohibir el alcohol, que el primer ministro Haider al Abadi aprobó en diciembre, medida considerada como discriminatoria por las minorías no musulmanas . Quienes propusieron la ley defendían que la sharía prohíbe el alcohol y que el Gobierno no puede recaudar impuestos ni utilizar lo recaudado por su producción, consumo y venta. Poco convencido, el jurista cristiano Joseph Sylawa afirmó que «la prohibición del alcohol forma parte de una guerra contra las minorías religiosas, a las que se pretende expulsar del país mediante la exclusión, la marginación y las políticas de hostigamiento» .El 28 de octubre de 2016, el Ministerio de Educación Superior e Investigación Científica aprobó un decreto que impone uniformes conservadores para las alumnas en los campus universitarios . Entre las restricciones impuestas destaca la prohibición del uso de pantalones, faldas cortas o tacones altos. Dadas las críticas que suscitó, el Ministerio emitió una aclaración en la que decía que «las normas relativas al uniforme se aplicarán de forma estricta, pero cada administración universitaria determinará las especificaciones de su propio uniforme» . Para quienes se oponen a este decreto, incluido el alto comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, los requisitos del uniforme proceden de partidos conservadores que tratan de imponer los valores islámicos en la sociedad .En noviembre de 2017, el Parlamento iraquí rechazó una enmienda a la ley sobre el estatuto personal aprobada por el partido Fadila (‘Virtud Islámica’) y otros partidos musulmanes chiíes. Conocida como «ley del matrimonio de menores de edad», habría obligado a los iraquíes a estar identificados por su religión, medida que vulneraría la libertad religiosa. Si se hubiera aprobado, los clérigos chiíes y suníes controlarían los asuntos relacionados con el matrimonio, además de las herencias y los divorcios, lo que les permitiría celebrar matrimonios de niñas tan pequeñas como de ocho años . Aunque no se ha aprobado este proyecto de ley, varios partidos han amenazado con volver a proponerlo. Si se aprueba, alterará el actual sistema legal laico de Irak y obligará a los tribunales a aplicar la ley religiosa en las cuestiones de familia y personales .B. Región autónoma kurdaEn 2016, el Gobierno regional del Kurdistán adoptó una serie de medidas para apoyar a las minorías; por ejemplo, la ley de los derechos de las minorías (que defiende la libertad de religión y prohíbe la discriminación religiosa), la designación de representantes de las minorías religiosas, y el intento de incorporar a las minorías en los peshmergas.La sharía está incluida en la legislación del Gobierno regional del Kurdistán como fuente de la legislación, pero, a diferencia de la Constitución federal de Irak, permite la existencia de leyes contrarias a la sharía y reconoce los derechos de los no musulmanes. El Parlamento del Kurdistán, compuesto por 111 miembros, también cuenta con escaños reservados para las comunidades minoritarias: cinco para los turcomanos, cinco para los asirios, caldeos y siriacos, y uno para los armenios, pero ninguno para los yazidíes ni para los chabaquíes.A pesar de que parecen recibir mejor trato, las minorías religiosas se quejan de que, aunque las leyes del Gobierno regional del Kurdistán no son explícitamente discriminatorias, no se hacen cumplir y el sistema de justicia parece favorecer a los kurdos. Las minorías religiosas también están cada vez más preocupadas por el creciente extremismo de las comunidades árabes, tanto de la chií como de la suní .Después de que las fuerzas turcas conquistasen zonas étnicamente diversas durante la lucha contra el Dáesh , han surgido tensiones entre el Gobierno regional del Kurdistán y el Gobierno central iraquí. Para controlar mejor estas zonas, se cree que las autoridades kurdas y los servicios de seguridad pretenden «kurdizarlas» destruyendo las propiedades de quienes no son kurdos e impidiendo que estos regresen a sus casas. Algunos informes indican que se ha negado la ayuda humanitaria o económica a quienes no apoyan a los partidos kurdos . Asirios de las zonas más remotas han denunciado que los kurdos les han usurpado las tierras, en ocasiones con la connivencia de funcionarios kurdos, que han mirado para otro lado. También numerosos yazidíes han denunciado discriminaciones y presiones para que se identifiquen como kurdos. Por el contrario, los cristianos de la capital, Erbil, y de las ciudades más importantes agradecen el apoyo del Gobierno regional kurdo .C. Consecuencias de la conquista de la llanura de Nínive por parte del DáeshLas minorías religiosas de Irak han sufrido una disminución sustancial desde que el Dáesh conquistó grandes extensiones del país en 2014. Antes de 2003, los cristianos iraquíes eran alrededor de 1,4 millones de personas; los dirigentes cristianos calculan que quedan menos de 250 000. La comunidad mandea también ha experimentado un drástico descenso; a mediados de la década de 1990 había unos 300 000, y las estimaciones actuales indican que solo quedan entre 1000 y 2000. La enorme reducción de estos grupos no se debe solo a la reciente campaña del Dáesh, sino también a los ataques selectivos contra estas comunidades cometidos por los islamistas durante la invasión de Irak de 2003 . Se calcula que en 2006 había entre 400 000 y 500 000 yazidíes, cifra que puede haber descendido hasta los 300 000. No obstante, el Pew Research Centre ha cuestionado la fiabilidad de estos datos sobre el número de miembros del grupo . Actualmente, los kaka’íes (yarsanis) no son más de 300 000 y los bahaíes no llegan a los 2000 .En las zonas conquistadas por el Dáesh, después de la toma de Mosul en junio de 2014, un número elevado de personas pertenecientes a las minorías religiosas fueron expulsadas de sus ciudades y pueblos. Muchos fueron desplazados a Erbil, la capital kurda semiautónoma del norte de Irak . Otros marcharon a Dohuk o intentaron abandonar Irak. Muchos miembros de las minorías religiosas fueron capturados y encarcelados por el Dáesh. A los yazidíes los mataron o les impusieron la esclavitud sexual. A los cristianos los obligaron a convertirse, a menudo bajo amenazas, y a los que se negaron les quitaron a sus hijos y se los dieron a familias islamistas . También muchos cristianos han denunciado abusos sexuales. Hay pruebas de que, cometiendo estos delitos, el Dáesh ha intentado eliminar de forma sistemática a estos grupos. Diversos organismos, como el Parlamento Europeo y el Departamento de Estado de los Estados Unidos, han reconocido estas prácticas como genocidio. En septiembre de 2017, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó finalmente la resolución 2379 que autoriza a un equipo de las Naciones Unidas a «recoger, conservar y almacenar pruebas de actos que puedan constituir crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad o genocidio» . La resolución, que tardaron cuatro años en elaborar, creó el cargo de asesor especial de las NacionesUnidas para fomentar la rendición de cuentas en relación con las atrocidades del Dáesh y para trabajar con los supervivientes . Este organismo sustituyó a las iniciativas anteriores realizadas para procesar a los miembros capturados del Dáesh a través de la misión de investigación enviada a Nínive .En febrero de 2017, organizaciones no gubernamentales descubrieron unas 50 fosas comunes en el norte de Irak, como la de la hondonada de Al Jasfa, con 4000 cadáveres, entre los que se encontraron policías y varones yazidíes capturados . En diciembre se anunció el hallazgo en Sinyar, al oeste de la llanura de Nínive, de 62 fosas comunes que contenían cuerpos de yazidíes . Estimaciones de las autoridades locales y de las organizaciones defensoras de los derechos humanos de Irak sugieren que durante el ataque llevado a cabo por el Dáesh en agosto de 2014 mataron a entre 2000 y 5500 yazidíes y secuestraron a más de 6000 solo en el monte Sinyar . También hay informaciones no confirmadas del hallazgo en marzo de 2018 de una fosa común en la que puede haber 40 cristianos a las afueras de Mosul .Mosul fue la primera ciudad que sucumbió ante el Dáesh, y las consecuencias de la conquista de la ciudad por parte de los extremistas seguían afectando a la vida cotidiana bien entrado 2017 . A diferencia de cualquier otro lugar de la llanura de Nínive, a los cristianos de Mosul les dieron al principio tres opciones: convertirse al islam; someterse al estatus de la dimma y pagar la yizia (impuesto de capitación), o bien huir . Pero esto cambió cuando posteriormente se dijo a los cristianos que o se convertían o «no queda para [vosotros] más que la espada» . Los cristianos de la zona, que se estima que ascendían a unos 120 000, huyeron al Kurdistán iraquí, con frecuencia sin nada más que la ropa que llevaban puesta . Solo en Mosul y sus alrededores al menos 33 iglesias fueron quemadas o gravemente destrozadas. El Dáesh utilizó muchas de ellas como bases militares o edificios administrativos. Varios informes indican que el Dáesh también destruyó y robó objetos de los principales sitios del patrimonio cultural (entre ellos, las iglesias), y los vendió en el mercado negro. Los pueblos de alrededor de Mosul también han sufrido la destrucción de importantes infraestructuras, debido en parte a los bombardeos y ataques aéreos de las fuerzas de liberación .Con la aparición del Dáesh, las comunidades cristianas sufrieron una «pérdida absoluta de esperanza en un futuro a salvo y seguro» y muchos de ellos huyeron tras la toma de la llanura de Nínive . Sin embargo, una encuesta realizada a principios de 2017 demostró que, si se dieran las condiciones adecuadas, el 87 % de los cristianos desplazados en Erbil (adonde había huido la mayor parte) desearían regresar, y el 41 % decían que, definitivamente, querían volver . En junio de 2017, el responsable de proyectos para Oriente Medio de Ayuda a la Iglesia Necesitada, el padre Andrzej Halemba, señaló que el número de cristianos que desea regresar a sus lugares de origen «sigue aumentando» . Las Iglesias han animado a los cristianos a volver a sus pueblos, a pesar de las tensiones existentes entre el Gobierno central de Bagdad y el Gobierno regional kurdo sobre el futuro de la región. Una frontera de facto, mantenida por unidades armadas de ambas administraciones, sigue dividiendo la llanura de Nínive.En agosto de 2017, en el tercer aniversario de la caída de la llanura de Nínive ante el Dáesh, el patriarca caldeo Louis Raphael Sako instó a los cristianos desplazados a «regresar rápidamente para reclamar sus tierras antes de que otros se las quiten» y evitar disputas internas. «Somos el pueblo autóctono de este país, heredero de sus antiguas civilizaciones. Nuestra historia se remonta a la Iglesia cristiana más antigua del mundo» . En septiembre de 2017, tuvo lugar una ceremonia en Qaraqush, la ciudad cristiana más grande de Nínive, para celebrar el tan esperado retorno al hogar de 500 familias cristianas . Ayudando a coordinar la ceremonia estaba un sacerdote de Qaraqush, el padre George Yahola, del Comité de Reconstrucción de Nínive creado por Ayuda a la Iglesia Necesitada en marzo de 2017 para reconstruir las ciudades cristianas destruidas. El comité incluye a representantes de las Iglesias católica siriaca, ortodoxa siriaca y católica caldea. Según las cifras ofrecidas por el Comité de Reconstrucción de Nínive, desde junio de 2018, 25 650 cristianos han regresado a Qaraqush, que había sido la última ciudad de mayoría cristiana de Irak en caer ante el Dáesh. Todas las ciudades y pueblos yazidíes y cristianos cercanos, tales como Bartela, Karamles y Teleskof, han visto regresar a un número considerable de personas desplazadas .No obstante, a excepción de la ayuda del Gobierno húngaro, la mayor parte de la financiación para reconstruir los hogares procede de donativos privados. Aunque las Naciones Unidas han supervisado la restauración de los colegios, ha habido problemas con el trabajo que han realizado a favor de los grupos religiosos minoritarios: Stephen Rasche, de la archidiócesis católica caldea de Erbil, explicó a la audiencia en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos que las llamadas escuelas «terminadas» de las localidades de Teleskov y Batnaya, de mayoría cristiana, no se pueden utilizar. Solo se les han dado «una fina capa de pintura en el exterior de los muros, sobre la que se ha impreso el logo de UNICEF cada 9 metros». No se ha hecho ninguna obra en el interior de los edificios. En octubre de 2017, cuatro miembros del Congreso de los Estados Unidos hicieron un llamamiento en una carta dirigida a Mark Green, administrador de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) en Washington DC, para que sortee a las Naciones Unidas y envíe directamente fondos a instituciones benéficas que estén trabajando sobre el terreno para ayudar a los cristianos y yazidíes de Irak .D. Otros incidentes seleccionadosEn noviembre de 2016, en Kirkuk, cuatro hombres armados dispararon contra dos hombres mandeos que iban a trabajar en coche, matando a Sami Kafif Z. al Zuhairy. Los agresores, al marcharse, calificaron a sus víctimas de kuffar (‘infieles’) .En mayo de 2017, durante el Ramadán, el Dáesh atentó contra una heladería del barrio chií de Bagdad y mató al menos a 17 personas e hirió a otras 32 . En septiembre, muchísimas personas cayeron asesinadas y heridas en un doble atentado perpetrado por el Dáesh contra dos restaurantes .En junio de 2017, se publicó un vídeo en el que aparecía el jeque Ala al Musawi, jefe de la Fundación Chií , calificando a los cristianos de «infieles» que «se deberían convertir al islam», ser asesinados o pagar la yizia. A modo de explicación, Al Musawi dijo que el vídeo se remonta a 2014. Hay quien afirma que es más reciente .En marzo de 2018, un médico cristiano y su familia fueron asesinados a puñaladas en Bagdad . Posteriormente, esa misma semana, secuestraron a un miembro de la comunidad mandea al que luego se halló muerto . El mismo mes, en la ciudad meridional de Nasiriya, apuñalaron a un mandeo que estaba trabajando en su tienda. Sobrevivió gracias a la ayuda prestada por unos vecinos musulmanes .Futuro de la libertad religiosa
La conquista de la llanura de Nínive por parte del Dáesh fue el escenario de horribles atrocidadescontra los yazidíes, los cristianos, los chabaquíes y otros grupos, sobre todo chiíes, que los Estados Unidos y otros países han calificado de genocidio. Los suníes que no están de acuerdo con la ideología extremista de este grupo también han sufrido agresiones. Hay informes que hablan de matanzas masivas, violaciones sistemáticas, secuestros, esclavitud (sobre todo de mujeres), robo y destrucción de los lugares religiosos como iglesias y mezquitas.Sin embargo, con la derrota del Dáesh, las cosas han empezado a mejorar. Los cristianos y algunos otros grupos religiosos minoritarios están volviendo a sus hogares, pero su número total se ha reducido notablemente en Irak. Durante la ocupación del Dáesh, muchos huyeron del país y algunos incluso se marcharon de Oriente Medio, muchos de ellos a Occidente, y parece poco probable que la mayor parte de ellos vaya a regresar.Aunque el Gobierno iraquí respeta, por lo general, la libertad de culto de los cristianos, de los yazidíes y de otros grupos, las minorías no están especialmente bien protegidas. Siguen produciéndose intimidaciones y agresiones que, con frecuencia, quedan sin sanción. Las leyes propuestas en relación con el alcohol, el código de vestimenta de las alumnas de las universidades y el matrimonio con menores de edad llevarían al país en una dirección más islamista, lo que afectaría a las minorías religiosas.El resultado de las elecciones generales de mayo de 2018, las primeras desde que el Gobierno iraquí anunció la derrota del Dáesh, ha traído mayor inestabilidad al país. Dadas las graves denuncias de fraude e irregularidades, en el momento de redactar este informe los votos aún no se han vuelto a contar en muchas provincias . Las tensiones entre suníes y chiíes siguen contribuyendo a la inestabilidad del país.En general, a pesar de los signos de mejoría, la libertad religiosa de Irak sufre profundas fisuras sectarias que no parece probable que vayan a desaparecer en breve.