Marco legal sobre libertad religiosa y su aplicación efectiva
La India no tiene una religión oficial de Estado y, según la ley, las instituciones públicas tratan a todas las religiones al mismo nivel. No obstante, a pesar de esta realidad legal, el peso relativo de las distintas comunidades religiosas que componen la población de la India constituye una cuestión política extremadamente sensible.El 25 de agosto de 2015, la publicación de los datos sobre la adscripción religiosa de la población india después del Censo realizado en 2010-2011 suscitó vivas discusiones en el país . La reducción del número de hindúes, el incremento de la proporción de musulmanes y la estabilización de los cristianos son las principales características del panorama religioso de la India, si nos atenemos al Censo . El hecho de que los hindúes hayan caído por debajo del 80 % ha sido objeto de muchos debates y comentarios. Los movimientos nacionalistas hindúes de derechas consideran que este porcentaje justifica su lucha en defensa del carácter hindú de la nación india. Los representantes de las minorías religiosas, por su parte, han denunciado con fuerza los ataques de los que habitualmente son víctimas.A pesar de estas tendencias demográficas, la India sigue siendo una democracia bajo la Constitución de 1949 . La Constitución federal garantiza la libertad religiosa. El artículo 25, párrafo 1, dispone que todo ciudadano tiene derecho a la libertad de conciencia y derecho a profesar, practicar y difundir libremente su religión. En cumplimiento del artículo 27, no se puede obligar a nadie a pagar impuestos destinados a fomentar o financiar a una confesión religiosa concreta. El artículo 28 estipula que en las escuelas financiadas en su totalidad con fondos públicos no se impartirá educación religiosa. Y según el artículo 26, que se refiere a los derechos de los grupos religiosos, cada confesión o sección de una confesión tiene derecho a gestionar sus asuntos religiosos, a establecer y organizar sus instituciones religiosas y benéficas, y a poseer, adquirir y administrar propiedades de todo tipo. El artículo 29 establece que los ciudadanos tienen derecho a preservar sus costumbres e idiomas individuales. Y conforme al artículo 30, las minorías religiosas y lingüísticas tienen derecho a fundar y administrar las instituciones educativas que prefieran.Según este marco federal constitucional, el Estado central establece una serie de limitaciones, especialmente en lo concerniente a las relaciones de las comunidades religiosas con extranjeros. El resultado es que el país lleva muchos años sin conceder apenas visados de misionero . Los misioneros que ya llevan varios años en el país pueden renovar anualmente su permiso de residencia y de trabajo misionero, pero las autoridades indias solo conceden nuevos visados misioneros de forma muy excepcional. De igual modo, la ley de regulación de la contribución extranjera pretende controlar la financiación de las organizaciones no gubernamentales procedente del extranjero, lo que con frecuencia afecta negativamente a las organizaciones cristianas y musulmanas .Desde el punto de vista legislativo, la conversión es una cuestión sumamente polémica. El debate sobre la necesidad de leyes anticonversión a nivel federal se remonta al menos hasta 1978, y siempre se ha vinculado con el Bharatiya Janata Party (‘Partido Popular Indio’) y su predecesor, el Janata Party (‘Partido Popular’) . Los líderes de este partido defienden la ideología hindutva, según la cual la nación india es, por su propia esencia, hindú. Recientemente, los ministros del Bharatiya Janata Party han defendido en varias ocasiones la imposición de medidas dirigidas a «proteger la religión hindú», a su parecer amenazada por el crecimiento de las minorías religiosas, sobre todo de los musulmanes y los cristianos. En diciembre de 2014, el ministro de Asuntos Parlamentarios consiguió una gran repercusión al pedir una legislación anticonversión a nivel federal . El 23 de marzo de 2015, Rajnath Singh, ministro federal de Asuntos Internos, demandó «un debate nacional» sobre la cuestión, insistiendo en la necesidad de una ley anticonversión de ámbito nacional . Sin embargo, el 15 de abril de 2015, el ministro federal de Ley y Justicia manifestó la opinión de poner fin a los deseos del Gobierno federal sobre la materia, basándose en que una ley federal de este tipo podría ser inconstitucional .Actualmente, de los 29 estados (y siete territorios) de la Unión de la India, seis han aprobado leyes anticonversión. Antes que la del estado de Guyarat, las Asambleas legislativas de Arunachal Pradesh, Odisha (antes Orissa), Madhya Pradesh y Chhattisgarh legislaron sobre esta cuestión. Posteriormente, la de Himachal Pradesh se unió a ellas, y lo mismo hizo la de Tamil Nadu (si bien este último es un estado del sur del país en el que viven muchos cristianos, y la ley fue derogada al poco tiempo). En todos los casos, las leyes anticonversión, que penalizan las conversiones conseguidas «por la fuerza» o «por medios fraudulentos», se apoyan en la necesidad de proteger «el orden público», ámbito bajo la jurisdicción de cada uno de los estados de la Unión de la India .Para quienes se oponen a la posible aprobación de una ley anticonversión federal, los proyectos legislativos de Nueva Deli son alarmantes. La pretensión «manifiesta claramente las malas intenciones del Gobierno central de limitar la libertad de religión y de seguir la propia fe», afirmó Navaid Hamid, secretario del Consejo de Asia Meridional para las Minorías . Según el padre Paul Thelakkat, portavoz de la Iglesia católica siro-malabar, en la India no hacen falta leyes que restrinjan la conversión, ni a nivel estatal ni a nivel nacional: «Ya hay suficientes leyes en este país que penalizan a los que perturban el orden público y la armonía social» . Y añadió: «El Bharatiya Janata Party tiene miedo de que la religión hindú no sobreviva en contacto con otras religiones; por eso intentan construir defensas legislativas para proteger su propia religión» Incidentes
Es bastante frecuente que durante los períodos electorales se produzcan incidentes sectarios o religiosos. Por ejemplo, en Uttar Pradesh, estado situado al norte del país y en el que el Bharatiya Janata Party alcanzó el poder en 2017, se produjeron 96 agresiones contra cristianos, frente a los 39 incidentes de 2016 cuando el poder lo ocupaba el Partido Samajwadi (‘Partido Socialista’) . En Madhya Pradesh, estado gobernado por el Bharatiya Janata Party desde hace 15 años, 2017 fue testigo de un incremento del 54 % en el número de incidentes (52) respecto a 2016 . En Tamil Nadu, donde se registraron 48 casos, el incremento fue del 60 % .En mayo de 2018 en Karnataka (estado costero del sur de la India, con una población de 64 millones de habitantes), el Bharatiya Janata Party alcanzó la victoria por número de votos, pero el Partido del Congreso se ha mantenido en el poder gracias a una alianza establecida con un partido regional. Durante la campaña electoral, empezó a circular entre los habitantes una carta atribuida al arzobispo de Bangalore, que en realidad era un documento falso. En ella denunciaba que la Iglesia católica estaba conspirando para expulsar a los lingayatas, influyente comunidad hindú que representa el 17 % de la población del estado, para conseguir conversiones en esa comunidad .A nivel nacional, según Persecution Relief, iniciativa ecuménica que se centra en la persecución anticristiana, en 2017 se registraron 736 agresiones frente a las 348 del año anterior . Estos incidentes se han producido en 24 de los 29 estados de la India.Reunidos en febrero de 2018 en su encuentro bianual, los más de 200 obispos de los tres ritos de la Iglesia católica de la India (latino, siro-malabar y siro-malankar) no ocultaron el hecho de que ante el actual período electoral (elecciones parlamentarias en ocho estados en el trascurso de 2018, y elecciones nacionales en abril o mayo de 2019) los cristianos se enfrentan a «inmensas dificultades» . Dado que el Bharatiya Janata Party controla los Gobiernos de 19 de los 29 estados de la Unión de la India y están en el poder a nivel federal, «los grupos y organizaciones que desean fomentar el nacionalismo cultural y religioso se están envalentonando» , en palabras del obispo Theodore Mascarenhas, secretario general de la Conferencia Episcopal de la India. Asimismo, los obispos advirtieron de que el nacionalismo basado en la cultura o la religión «llevará a la India a un camino de autodestrucción» .No solo la Iglesia católica denuncia esta tendencia. El 25 de abril de 2018, la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF, por sus siglas en inglés) afirmó que la libertad religiosa en la India sigue una tendencia descendente . Además de la violencia contra los cristianos, la USCIRF también se refirió a los incidentes, algunos de ellos con muertos, a causa del sacrificio de animales. Y es que están aumentando las medidas dirigidas a proteger las vacas: en Rayastán se ha creado un Ministerio de la Vaca y se han reforzado las leyes en contra del sacrificio de estos animales; y en Guyarat, estado en el que nació el primer ministro Narendra Modi, las penas por sacrificar vacas se han incrementado desde los siete años de prisión hasta la cadena perpetua. Los gaushalas, refugios de vacas sagradas, se han convertido en templos de los hindúes extremistas. El consumo de vacuno ha pasado a ser uno de los motivos recurrentes de la violencia entre extremistas hindúes y miembros de las minorías. Para musulmanes y cristianos, así como para las comunidades tribales y los dalits, el vacuno constituye una fuente barata de proteínas, pero se arriesgan a sufrir redadas organizadas por las milicias prohindúes, que atacan a ganaderos, transportistas y vendedores de carne. Entre mayo de 2015 y mayo de 2017, veinte personas han muerto en agresiones violentas . La afirmación de la sacralidad de la vaca en el hinduismo prenuncia la imposición de la cultura hindú en toda la India.Futuro de la libertad religiosa
Las cifras publicadas por el Gobierno de la India y presentadas al Parlamento el 6 de febrero de 2018 manifiestan la actual tendencia hacia el crecimiento de la violencia interreligiosa. Respecto a los incidentes de violencia sectaria, en 2016 murieron 86 personas y otras 2321 resultaron heridas en 703 incidentes; en 2017 fueron 111 los fallecidos y 2384 los heridos en los 822 incidentes registrados .Monseñor Thomas Menamparampil, exarzobispo católico de Guwahati, en Assam, afirmó que Narendra Modi y el Bharatiya Janata Party son conscientes de que la mayoría hindú de la población no está unida. Por ello, según el exarzobispo, contemplan como la única vía para la unidad de la población hindú presentarle a esta a las minorías musulmana y cristiana como amenazas para la identidad de la India; este es el motivo de la polarización de la opinión pública en la cuestión de la sacralización de la vaca y las continuas polémicas sobre las «conversiones forzosas», de las que se acusa a los cristianos. Más aún, las importantes reformas económicas de Narendra Modi conducen a una «economía de exclusión», en declaraciones de Mons. Menamparampil a Crux . «Sus grandes proyectos solo benefician a unos pocos privilegiados, a la élite que margina a los sectores más débiles de la sociedad, esto es, las castas frágiles y las comunidades tribales, cuyas tierras entrega a empresas internacionales, además de vender la riqueza mineral de su suelo por grandes cantidades de dinero, del que no se benefician las comunidades indígenas», declaró el prelado. Los líderes políticos saben que, aunque esta «economía de exclusión» encaja en algunos aspectos de la ideología nacional ista hindú, ideología basada en el sistema de castas y de «comunidades excluyentes», a largo plazo la falta de solidaridad entre los hindúes acabará siendo perjudicial para los intereses de la élite gobernante. Según el exarzobispo, como a los miembros más pobres de la sociedad hindú nunca los convencerán y nunca les afectarán los logros del Gobierno en el ámbito económico, el Gobierno está intentando movilizarlos acudiendo a cuestiones religiosas como la protección de la vaca o la prohibición de la conversión. En este contexto, los cristianos tienen que tener cuidado de no aparecer como «grupo polémico» y, como minoría, procurar la unidad de la sociedad en su conjunto.