Marco legal sobre la libertad religiosa y su aplicación efectiva
Al igual que todos los regímenes comunistas, la Constitución y las leyes de Vietnam indican que, al menos sobre el papel, el país respeta la libertad religiosa. De hecho, la Constitución de la República Socialista de Vietnam reconoce oficialmente que todo «ciudadano disfrutará del derecho a la libertad de opinión y expresión, a la libertad de prensa» (artículo 25), y que todo individuo «disfrutará de la libertad de creencia y de religión» para «seguir cualquier religión o ninguna. Todas las religiones son iguales ante la ley. El Estado respeta y protege la libertad de creencia y de religión. Nadie tiene derecho a violar la libertad de creencia y de religión ni a aprovechar la creencia y la religión para violar las leyes» (artículo 24.1-3).
Al mismo tiempo, la Constitución define Vietnam como «un Estado socialista de derecho» (artículo 2) y al Partido Comunista de Vietnam como «la vanguardia de la clase trabajadora vietnamita» y de la «nación vietnamita», y como «la fuerza dirigente de la sociedad y del Estado» (artículo 4.1). La Asamblea Nacional de Vietnam tiene una serie de deberes y potestades, entre ellos la potestad de «decidir las políticas del Estado sobre las nacionalidades y sobre las religiones» (artículo 70.5) Se reconoce al Frente de la Patria de Vietnam como «alianza política y unión voluntaria» de varios grupos, también de algunas religiones (artículo 9.1).
El Gobierno reconoce aproximadamente 38 organizaciones religiosas, que representan a unas 16 tradiciones religiosas. Cada una de las confesiones de estas tradiciones religiosas debe registrarse y obtener su propio reconocimiento. El servicio militar es obligatorio para los hombres de entre 18 y 25 años. Aunque hay exenciones, ninguna está relacionada con motivos religiosos. El Gobierno impone un plan de estudios laico y no permite la enseñanza religiosa ni en los colegios privados ni en los públicos, ni siquiera en los colegios privados gestionados por organizaciones religiosas.
Además de la Constitución, varias leyes regulan las cuestiones religiosas. El 1 de enero de 2018 entró en vigor una «Ley sobre Creencias y Religión». Antes de que la Asamblea Nacional lo aprobase el 16 de noviembre de 2016, el proyecto de ley recorrió un largo proceso de veto. Para sorpresa de observadores y defensores de la libertad religiosa, la Oficina de Asuntos Religiosos del Gobierno lo sometió a la consideración de las comunidades religiosas del país. En su propuesta del 1 de junio de 2017, los obispos católicos presentaron sus «observaciones sinceras y francas», diciendo que el proyecto de ley constituía un paso atrás respecto a la Ordenanza sobre Creencias y Religión de 2004. La Iglesia lamentaba que las autoridades vietnamitas siguieran apegadas al concepto del llamado sistema de «petición y concesión». Este sistema obliga a las organizaciones religiosas a actuar como peticionarias y no como grupos de ciudadanos con derechos y privilegios claros; de este modo, se ven obligadas a solicitar a las autoridades que aprueben y autoricen de manera puntual y caso por caso cada una de las actividades que quieren desarrollar.
Aun así, en general, este y otros decretos y normas del Gobierno vietnamita de los últimos 20 años reflejan una mejora perceptible, aunque modesta, de la política religiosa del país. Efectivamente, el Partido Comunista Vietnamita ha abandonado en gran medida la doctrina marxista-leninista en materia religiosa. La religión ya no se considera destinada al declive y la desaparición, sino una parte de la cultura y las tradiciones nacionales, capaz, al menos en principio, de contribuir a su bienestar y desarrollo.
A pesar de estas actitudes positivas, la religión sigue considerándose un arma de doble filo, que puede realizar una contribución a la sociedad pero también alimentar el malestar y socavar la unidad nacional. Es más, por mucho que las autoridades vietnamitas intenten aparentar que la situación religiosa, bajo su gestión, es tranquila y armoniosa, no se puede negar que su control de la rica vida religiosa del país sigue siendo invasivo y coactivo.
La Ley de Creencias y Religión de 2018 reconoce a las organizaciones religiosas como «personas jurídicas no mercantiles» legítimas y podría facultar a las organizaciones religiosas para garantizar y defender algunas de sus reivindicaciones legales, como el derecho de propiedad, especialmente cuando hay disputas por tierras entre las autoridades civiles y las organizaciones religiosas. Sin embargo, la ley no aclara si las organizaciones religiosas gozan de libertad para desarrollar actividades sociales en los ámbitos de la educación y la salud.
Los grupos religiosos recién formados siguen luchando por obtener el reconocimiento del Gobierno. Aunque el viceministro del Interior, Vu Chien Thang, declaró en junio de 2021 que Vietnam acogía a todas las religiones, el Gobierno no ha emprendido ninguna acción concreta para hacer realidad la apertura que han declarado. «Los gobiernos locales utilizan a menudo reglamentos administrativos para impedir las actividades de las nuevas religiones, independientemente de si sus seguidores son secreta o abiertamente religiosos». En noviembre de 2021, el Comité Gubernamental para Asuntos Religiosos reconoció los aspectos positivos de las nuevas religiones, pero calificó a muchas de falsas, aunque tuvieran características positivas.
Vietnam es parte del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Incidentes y acontecimientos
En Vietnam se siguen vulnerando los derechos de los grupos religiosos minoritarios. En general, el Gobierno ha seguido impidiendo salir del país a los dignatarios religiosos que considera una amenaza y ha restringido sus movimientos. El 15 de julio de 2021, las autoridades vietnamitas prohibieron al grupo Khmer-Krom construir un salón religioso en la provincia de Vinh Long. Procedente de una región sumida en la pobreza, el grupo no podía permitirse construir un templo en toda regla, por lo que optó por construir un salón religioso, donado por un miembro del grupo. A raíz de la intervención de la Sangha Budista de Vietnam, organización budista creada por el Gobierno, se denegó la construcción.
El 27 de diciembre de 2021, las autoridades locales realizaron una redada en un funeral de un grupo religioso no reconocido llamado Duong Van Minh, que lleva el nombre de su difunto fundador hmong. Poniendo como excusa la pandemia de la COVID-19, las fuerzas del orden detuvieron a 35 personas y amenazaron a otras alegando que la reunión podía propagar el virus. Un habitante de la zona declaró: «La policía nos ha visto muchas veces y está muy interesada en eliminar nuestra religión y no permitirnos seguirla. La policía lo ha dicho en muchos sitios». Otro incidente relacionado con el mismo grupo religioso ocurrió el 2 de agosto de 2022, cuando las autoridades locales hicieron redadas en ocho lugares distintos que albergaban a los Duong Van Minh. Alegando que se trataba de una organización separatista ilegal, las autoridades derribaron puertas y destruyeron altares, además de colgar fotos del expresidente vietnamita Ho Chi Minh.
El Gobierno considera que los cristianos montagnard y hmong constituyen una amenaza para la «seguridad nacional» y la «unidad nacional». Estos cristianos han sufrido una fuerte persecución mediante coacciones y amenazas e intentos de obligarlos a renegar públicamente de su fe religiosa. Además, a muchos de ellos se les niegan los documentos legales necesarios que les garantizan la nacionalidad y les permiten obtener el documento de identidad o tener propiedades. Esta discriminación por motivos de religión ha provocado que unas 10 000 personas se hayan quedado sin prueba de su nacionalidad y sean, por tanto, «apátridas». El 29 de diciembre de 2021, las autoridades locales, bajo la creencia de que la Iglesia evangélica montagnard de Cristo pretende derrocar al Gobierno, hostigaron y agredieron físicamente a sus seguidores cuando se preparaban para celebrar la Navidad. Se dice que la policía también presionó a los miembros para que abjurasen de su fe. Interrogadas al respecto, las autoridades locales negaron las acusaciones.
El 30 de enero de 2022, el padre dominico Giuse (Joseph) Trần Ngọc Thanh, O.P., murió apuñalado en Dak Mot mientras confesaba en la iglesia. El sospechoso, Nguyen Van Kien, fue detenido, aunque siguen sin estar claros los motivos.
En medio de la creciente persecución de los cristianos montagnard y hmong, se han producido algunos cambios positivos en la Subdivisión 179 del distrito de Dam Rong. En julio de 2002, las autoridades locales dieron a conocer un plan de desarrollo de infraestructuras que, de aplicarse, hará que se construyan una carretera, un centro comunitario y una clínica para la comunidad cristiana local.
El 22 de agosto de 2022 se celebró el Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas de Actos de Violencia Basados en la Religión o las Creencias. Algunas comunidades religiosas que celebraban el día, como el grupo de peregrinación religiosa Cao Dai Binh Khanh, se enfrentaron al acoso de las autoridades locales, que las obligaron a cancelar las ceremonias conmemorativas firmando compromisos por escrito.
Futuro de la libertad religiosa
En el discurso de los líderes vietnamitas, así como en la legislación reciente, se percibe una mayor tolerancia hacia la religión, lo que sugiere que hay alguna posibilidad de que Vietnam siga experimentando cierta mejoría en las condiciones de la libertad religiosa. El 30 de agosto de 2021, el primer ministro Pham Minh Chinh reconoció la contribución de las organizaciones religiosas a la defensa y la construcción nacionales, especialmente durante la pandemia de la COVID-19, y reiteró el derecho de todos los individuos a la libertad de religión y creencias. Respecto a la legislación y las políticas, la Ley de Creencias y Religión que entró en vigor el 1 de enero de 2018 prometía aportar algunas mejoras al panorama de la libertad religiosa en Vietnam.
Al mismo tiempo, muchos líderes de minorías religiosas y defensores de la libertad religiosa han observado que la libertad religiosa de las personas y las organizaciones religiosas ha experimentado pocas mejoras concretas, si es que ha habido alguna. De hecho, la libertad religiosa de los miembros de grupos religiosos independientes y no registrados ha seguido empeorando durante el período estudiado en este informe. Dado que las minorías religiosas vietnamitas siguen sufriendo una persecución y un hostigamiento significativos y se les deniegan repetidamente las solicitudes de registro oficial, la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional ha aconsejado la inclusión de Vietnam entre los Países de Especial Preocupación (CPC) en su informe anual de 2022.
Las perspectivas inmediatas y a largo plazo para la libertad religiosa en Vietnam siguen siendo negativas.