Marco legal sobre libertad religiosa y su aplicación efectiva
La Constitución de Guinea Ecuatorial (adoptada en 1995 y revisada por última vez mediante un referéndum celebrado en 2011) garantiza la libertad de conciencia, religión y culto (artículo 24.4) y penaliza la discriminación «por motivos de afiliación tribal, etnia, sexo, religión, sociales, políticos o cualquier motivo análogo» (artículo 15.1). Además, el texto constitucional prohíbe la creación de partidos políticos basados en la religión: deben tener «carácter y alcance nacional, por lo tanto, no se basarán en la tribu, etnia, región, distrito, municipio, provincia, sexo, religión, condición social ni profesión u ocupación» (artículo 9.2). Los individuos tienen libertad para cambiar de religión. «Los cristianos que se convierten al islam pueden añadir nombres islámicos a su nombre cristiano en los documentos oficiales».
Respecto a la educación, el artículo 24.4 de la Constitución permite elegir libremente la formación religiosa, según el principio de libertad de conciencia y religión. La Constitución también garantiza el derecho de las organizaciones y los individuos a fundar colegios, con la condición de que «se sometan al plan pedagógico oficial» (artículo 24.3). El estudio de la religión es optativo en la escuela pública y se puede sustituir por una asignatura de educación civil o social. Varios grupos religiosos, fundamentalmente católicos y protestantes, gestionan colegios tanto de educación primaria como secundaria.
Una ley de 1991, que un año después se incorporó en un decreto presidencial, establece las normas para el registro de los grupos religiosos. Además, sanciona oficialmente un trato preferencial para la Iglesia católica y la Iglesia reformada de Guinea Ecuatorial, a ninguna de las cuales se le exige que obtenga el registro estatal. En la práctica, este trato preferencial se observa en la inclusión de la misa católica en todas las ceremonias oficiales, especialmente en los actos de celebración del aniversario del golpe de Estado de 1979, del Día de la Independencia y del cumpleaños del presidente.
El resto de los grupos religiosos están obligados a registrarse presentando por escrito una solicitud al Ministerio de Justicia, Culto y Prisiones. La evaluación de esta solicitud se ha confiado al director general del Ministerio. Algunos grupos religiosos, como los musulmanes y los bahaíes, solo tienen que registrarse una vez. Otros, las confesiones más modernas, tienen que renovar el registro periódicamente. Los grupos no registrados pueden ser condenados a pagar multas o a disolverse. Los grupos que no obtienen el registro también pueden ser condenados al pago de multas. En la práctica, el proceso de registro es enormemente lento, hay casos en los que lleva varios años conseguirlo. Sin embargo, esto se debe más a la burocracia administrativa que a un prejuicio político explícito en contra de ningún grupo religioso concreto.
En octubre de 2012, el Gobierno de Guinea Ecuatorial y la Santa Sede firmaron un concordato. El acuerdo garantiza la personalidad jurídica de la Iglesia en el país. Además, trata temas como «el matrimonio canónico, los lugares de culto, los centros educativos y la asistencia espiritual a los fieles católicos en hospitales y prisiones».
El 4 de abril de 2015, el Ministerio de Justicia, Culto y Prisiones publicó un decreto sobre las actividades religiosas. Establece que todas las actividades religiosas que tengan lugar fuera del horario que se extiende entre las seis de la mañana y las nueve de la noche y las que se realicen en lugares de culto no registrados solo se podrán llevar a cabo con licencia del Ministerio. Este decreto restringe los actos religiosos y la predicación en domicilios particulares, y exige a los representantes o autoridades religiosas extranjeras que participen en actividades religiosas disponer de una licencia del ministerio solicitada por adelantado.
Solo son festivos nacionales festividades cristianas como Navidad, Jueves y Viernes Santo y la Inmaculada Concepción.
Incidentes y acontecimientos
Guinea Ecuatorial es un pequeño país productor de petróleo, que cuenta con un millón cuatrocientos mil habitantes. Está situado en la costa occidental de África Central, entre Camerún y Gabón, y su capital, Malabo, se encuentra en las isla Bioko, en el Golfo de Guinea. El país tiene el jefe de Estado más longevo del mundo (excluidos los monarcas), Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, de 80 años, en el poder desde 1979. En noviembre de 2022 fue reelegido con el 94,9% de los votos para un nuevo mandato de siete años.
Los críticos de la oposición y los grupos de derechos humanos denuncian la desigualdad en el reparto de la riqueza, la pobreza persistente de la mayoría y el amordazamiento de la disidencia: están prohibidas las manifestaciones, se detiene a los opositores y apenas existe libertad de prensa.
Aunque pequeño, su posición estratégica en la costa atlántica ha despertado el interés de muchos países, entre ellos China, que busca instalar una base militar donde su armada disponga de un centro desde el que realizar operaciones en el océano Atlántico.
En el período estudiado en este informe, no se han producido incidentes significativos que afecten al derecho a la libertad religiosa en el país. Varios ministros del Gobierno y el presidente han seguido participando en fiestas católicas. La celebración de la misa católica sigue siendo habitual en las grandes ceremonias, como la Fiesta Nacional, el 12 de octubre, y el cumpleaños del presidente, el 5 de junio. Los musulmanes celebraron públicamente el mes de Ramadán el 13 de mayo, aunque en esta ocasión no pudieron reunirse para rezar debido a las prolongadas restricciones motivadas por la COVID-19.
Futuro de la libertad religiosa
Según las organizaciones de derechos humanos, Guinea Ecuatorial está asolada por la pobreza, la corrupción y la represión. El presidente del país, Obiang Nguema, ocupa el poder desde 1979, lo que le convierte en el dirigente africano que más tiempo lleva en el cargo. A pesar de estos problemas de falta de respeto a los derechos humanos, en el período estudiado en este informe no se han registrado violaciones significativas de la libertad religiosa. La situación se ha mantenido estable, tendencia probablemente continúe.