Marco legal sobre libertad religiosa y su aplicación efectiva
La Constitución de Albania, adoptada en octubre de 1998, declara que la «convivencia religiosa» es un principio básico para el Estado (artículo 3). La república es un Estado laico (artículo 10) que garantiza la libertad de conciencia y religión, incluyendo el derecho a elegir o cambiar de religión o creencias y a expresarla «individual o colectivamente, en público o en privado, a través del culto, la educación, […] o la práctica de los ritos» (artículo 24). El artículo 18 prohíbe la discriminación por motivos religiosos y están prohibidos los partidos políticos u otras organizaciones «cuyos programas o actividades se basen en métodos totalitarios que inciten y apoyen» el odio religioso (artículo 9). Se considera delito destruir o deteriorar objetos religiosos e impedir la celebración de ceremonias, hechos que, por lo tanto, son punibles.
Las comunidades religiosas son iguales ante la ley y su relación con el Estado está regulada por acuerdos oficiales (artículo 10). El Gobierno no exige registro ni licencia a los grupos religiosos, pero el Comité Estatal de Cultos regula las relaciones entre el Estado y las comunidades religiosas.
Según el último censo albanés sobre identidad religiosa, la mayor parte de los ciudadanos están vinculados a una de las cuatro comunidades religiosas predominantes e históricamente presentes en el país: dos musulmanas (suní, la mayoritaria, y bektashí), y dos cristianas (la católica romana y la Iglesia ortodoxa autocéfala de Albania). El Consejo de Europa ha criticado ese censo por utilizar una metodología poco fiable.
Debido a la escasez de recursos y a la tradición laica del Gobierno, este no proporciona apoyo económico a la reconstrucción de las infraestructuras religiosas destruidas en la época del comunismo. «No podemos impedir la ayuda económica extranjera», afirmó Loreta Aliko, presidenta del Comité Estatal de Cultos, aceptando que los recursos del Estado son limitados. Aun así, en 2022, el Estado asignó 935 000 euros a las cuatro comunidades religiosas mencionadas para su funcionamiento administrativo y su educación religiosa.
Todas las comunidades religiosas han criticado el retraso en la restitución de las propiedades que les fueron confiscadas por el Gobierno comunista de Enver Hoxha. En el período estudiado en este informe, no se ha resuelto esta cuestión, aunque una sentencia del Tribunal Constitucional de febrero de 2021 obliga ahora al poder legislativo a modificar su fórmula de compensación actual.
La legislación albanesa exige licencias para construir lugares de culto. Sin embargo, estas se pueden obtener a posteriori para legalizar edificios que se construyeron en el pasado con ese fin. En 2021 se expidieron 62 permisos de este tipo, frente a los 92 de 2020.
Incidentes y acontecimientos
Aún no se han comunicado a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa las cifras oficiales de delitos cometidos por motivos religiosos durante los años 2021 y 2022 para que se las incluya en su informe anual sobre delitos de odio. Tanto la Comisión Europea como las ONG del país han criticado a Albania por la falta de aplicación de sus propias leyes contra la incitación al odio.
El Informe sobre Libertad Religiosa Internacional 2021 del Departamento de Estado de EE. UU. sobre Albania citaba un estudio del Instituto Republicano Internacional que indica que el antisemitismo en los medios de comunicación nacionales es infrecuente. Sin embargo, la investigación a la que se hace referencia en el informe (entre enero de 2019 y mayo de 2020), es anterior al período estudiado, lo que la convierte en un indicador poco fiable de la situación actual.
El 19 de abril de 2021, terminadas las oraciones de la tarde, Rudolf Nikolai apuñaló a cinco personas en la mezquita Dine Hoxha de Tirana. Las autoridades declararon que el acusado se había convertido al islam, pero debido a que el matrimonio de sus padres era mixto (cristiano-musulmán), los fieles presentes en la mezquita le habían impedido rezar allí. Medios de comunicación nacionales han difundido que Nikolai padece una enfermedad mental y que cuando cometió los apuñalamientos no estaba tomando su medicación.
En noviembre de 2021, un grupo de personas sin identificar destrozó una mezquita en la ciudad de Lushnia.
En marzo de 2020, la comunidad islámica y la Iglesia católica de Albania suspendieron temporalmente todas sus actividades y cerraron mezquitas e iglesias, excepto para la oración personal y la celebración de funerales, a causa de la pandemia de la COVID-19. Las restricciones o modificaciones de las actividades de culto se volvieron a imponer a finales del mismo año debido a un repunte del número de casos tras la flexibilización de las normas. Posteriormente se levantaron las restricciones.
En mayo de 2021, la Comisión Europea informó al Consejo de que Albania había cumplido las condiciones a las que se había comprometido antes de que se celebrase la primera Conferencia Intergubernamental de negociación de su adhesión. Esa primera reunión tuvo lugar en julio de 2022.
Durante el período estudiado, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos no ha dictado ninguna sentencia desfavorable contra Albania por presuntas violaciones de la libertad religiosa.
Futuro de la libertad religiosa
La tolerancia religiosa entre la comunidad islámica y las Iglesias ortodoxa y católica sigue siendo uno de los pilares de la estabilidad de la sociedad albanesa. En el período estudiado en este informe, las relaciones entre los musulmanes y los cristianos albaneses han sido buenas y las perspectivas para la libertad religiosa, positivas.