Pautas a seguir
Las subvenciones para la adquisición de un medio de transporte no están pensadas como obsequio para el receptor particular, sino más bien para las parroquias, diócesis o congregaciones religiosas que se beneficien de él.
Siempre que sea viable, AIN prefiere adquirir productos locales en previsión de reparaciones futuras, ya que será más fácil encontrar piezas de repuesto y las reparaciones serán menos costosas. Excepcionalmente, en el caso de los países africanos donde la importación resulte más barata y práctica, cooperamos con agencias de adquisición. No obstante, el solicitante debe [estar en condiciones de] cubrir los gastos de importación/aduanas y demás costes locales.
AIN ve en las ayudas a la adquisición de medios de locomoción una forma de apoyar la labor pastoral de la Iglesia. Esto significa que el vehículo debe adecuarse a su uso concreto (condiciones climáticas y viarias locales). Al mismo tiempo, el modelo y marca solicitados deberían ajustarse a la modestia que se espera de la Iglesia y al respeto por su credibilidad institucional. En la solicitud, debe adjuntar factura pro-forma del vehículo solicitado, además de los otros requisitos indicados en el formulario que debe descargar.
También esperamos que la Iglesia local haga una contribución en función de las posibilidades de la comunidad de creyentes.
Es preciso contar con la aprobación, por escrito, del obispo o superior religioso locales. La solicitud debe reflejar una prioridad pastoral de la diócesis (congregación religiosa).
El solicitante debe justificar la urgencia de la solicitud con una descripción detallada de la situación pastoral local. Además, necesitamos información acerca del número, tamaño y actividades de las parroquias beneficiarias, las distancias que median entre ellas y el beneficio pastoral que reportará el (nuevo) vehículo.
Rogamos tenga presente que sólo estudiamos solicitudes completas, a saber, que incluyan su solicitud por escrito para el proyecto, el formulario de solicitud de vehículo (o equivalente) cumplimentado y la aprobación de su Obispo.