ACN apoya más de 20 campamentos de verano para jóvenes y niños

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Oriente Próximo y Europa del Este son los más beneficiados por la ayuda.

Miles de jóvenes y niños de países en crisis como Irak, Siria, Egipto, Jordania, Palestina o Israel participan estén verano en campamentos y cursos de verano apoyados por la fundación internacional ACN (Aid to the Church in Need). Algunos de estos programas ya han sido apoyados en el pasado, incluso existe casi una tradición como es el caso de los campamentos para los cristianos de Tierra Santa de Jordania, Palestina e Israel; pero este año satisface enormemente a la fundación poder apoyar campamentos en Alepo (Siria) y en Alqosh (Iraq), donde la vida está volviendo a la normalidad después de que hayan cesado los ataques y las luchas en estas zonas de crisis.  Las iglesias locales intentan no solo reconstruir las estructuras sino también las almas y el espíritu de las personas, sobre todos de los niños y los jóvenes que tanto han sufrido.  En Irak por ejemplo los  campamentos de verano apuntan a ayudar a los jóvenes a superar el trauma causado por la ocupación de ISIS de sus aldeas cristianas, en las llanuras de Nínive. Necesitan fuerza espiritual y física, particularmente ahora que el futuro de las comunidades cristianas en Irak está en juego. Organizados por edades ofrecen en primer lugar ayuda espiritual: los jóvenes están acompañados por un «padre espiritual», cuyo papel es apoyar a los jóvenes en sus desafíos con la fe y la esperanza que viven como resultado de sus experiencias durante la ocupación del ISIS, la persecución y el drama de la huida. Así mismos psicólogos profesionales les ayudan a afrontar el reto de vivir en circunstancias drásticamente cambiadas, especialmente con la mirada puesta ya en el regreso de las familias a los pueblos liberados por ISIS.

Medicina para el alma son también los cursos de verano en Alepo que en doce tandas de una semana de duración van a buscar consuelo y descanso en el Convento de Nuestra Señora de la Asunción. En este caso no solo están invitados a participar los niños y los jóvenes, también  las familias que han sufrido años de guerra y sufrimiento. Son más de 960 participantes de todos los ritos y todas las iglesias de Alepo. Un regalo de Dios después de haber estado durante 4 años sitiados prácticamente por el hambre y la falta de agua y de electricidad.

El patriarcado católico copto de Egipto, otro país atacado duramente por el fundamentalismo islámico, quiere repetir la experiencia positiva del pasado año y organiza cinco campamentos de verano para grupos de hasta 95 jóvenes. El tema: “Quien es Dios para nosotros”. Como cuenta el Padre Hanni Bakhoum, responsable del proyecto, “el impacto positivo de estos encuentros influye no sólo en los 475 que atienden los campamentos, sino también en las familias de los participantes, así que son más de 2400 personas que al final se favorecen de su apoyo, además de las parroquias y centros de actividades pastorales donde se mueven estos jóvenes”. Además de estos ACN apoya otro campamento de verano dedicado a la atención espiritual de 70 niños con necesidades y cuidados especiales de 36 parroquias de Cairo, Delta y Alejandría. Niños que muchas veces son “marginados, discriminados o abandonados por la sociedad e incluso por sus familias”.

Pero no solo en Oriente Próximo la labor de la iglesia local en cursos de formación y campamentos de verano es fundamental. Para muchos niños y jóvenes de Kazajstán, Ucrania, Georgia, Armenia, Letonia, Estonia o Lituania “estos campamentos son la única manera de salir de sus alejados pueblos o sus ruidosas ciudades. Muchos consideran esta actividad como lo mejor que les pasa en todo el año, a veces en toda su vida”, como cuenta Hna. Arousiag, religiosa de las Hermanas de la Inmaculada Concepción en Armenia. La experiencia avala su reflexión pues llevan organizando campamentos de verano desde 1994, en estos 24 años más de 18.000 huérfanos y niños de familias muy necesitadas económica o con graves problemas sociales de diferentes regiones de Armenia ha tomado parte de los campamentos. Este año son 840 chicos y chicas de entre 8 y 15 años – “En el verano cuando el colegio cierra y los niños de los orfanatos e internados públicas [institutionalized children]  así como los de las familias más pobres o con más problemas son los más propensos a vagar por las calles [to wander the streets]” explican las hermanas. Según los últimos estudios de UNICEF y UN más del 50 % de los niños armenios no tienen acceso a actividades recreativas [deprived of leisure] y cerca del 30% de una adecuada nutrición [proper nutrición]. Esos chicos y chicas son el futuro de Armenia, la próxima generación de científicos o profesores. Por eso tenemos que forjar hoy el futuro de nuestro país.”

Hay muchas historias que desvelan el inigualable valor de estos proyectos. Uno de estos casos es la historia de John, un joven en Etiopia que tomó parte en el campamento de verano “Eagle Eye” que Comunidad de San John organiza desde hace 10 años con ayuda de ACN. Durante una visita a ACN el padre Atanasio Markarian cuenta: “Este joven de Hossana – en el sur de Etiopía – regresó a su casa muy contento por todo lo que habían vivido durante el curso: adoración eucarística, formación, deporte…  Pasó el tiempo y a los 6 meses llamó a uno de los hermanos de la Congregación porque quería hablar urgentemente con alguien de todas sus inquietudes. Había leído más de cien veces revista “Amaros unos a los otros” que había recibido en el campamento y se sentía llamado por Dios. Hoy es uno de nuestros hermanos, miembro de la Comunidad de San John.”[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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